26 años después

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Serán ahora muchos más los colombianos que conozcan, más allá del Norte de Santander, su vida, sus ideas, sus luchas.

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Hola papá: Aquí estoy, nuevamente sentado frente al computador, como todos los años por estos días, con mis recuerdos alegres y al tiempo nostálgicos. En el último año estuvo más presente que nunca y fueron muchas las horas de conversación sobre su vida, sus orígenes, el ejercicio de la medicina, su incursión en política, sus triunfos y derrotas, sus sueños y sus luchas. Escribí un libro que recogió las 25 cartas anteriores publicadas en estas mismas páginas y a través de las cuales se recorre la historia de este cuarto de siglo, el balance de los distintos gobiernos que han pasado, de la violencia, la guerra y La Paz y los principales acontecimientos personales y familiares. Fue un ejercicio duro desde lo personal releer las cartas y hablar durante horas con los editores sobre su vida, y también sobre su muerte. El resultado fue “Cartas a mi Padre” que hace una semana presenté en la biblioteca del Gimnasio Moderno, en una conversación emotiva con Piedad Bonnet, una extraordinaria escritora que admiro profundamente. Quedé muy contento con la publicación del libro, que ha recibido buenos comentarios de amigos y críticos. Siento que era un homenaje pendiente a su vida y a lo que usted significó para nosotros, para Cúcuta y el país. Serán ahora muchos más los colombianos que conozcan, más allá del Norte de Santander, su vida, sus ideas, sus luchas.

En general, papá, el que acaba de pasar fue un año muy productivo y exitoso en lo personal, político y académico. Después de la derrota en las elecciones presidenciales de la Coalición de la Esperanza, continuamos en la tarea de consolidar una nueva opción en Colombia y en diciembre pasado el Consejo Nacional Electoral reconoció la personería jurídica de En Marcha.  Hoy somos un partido político que defiende las ideas liberales que lo emocionaban, ante la derechización del otrora glorioso Partido Liberal, que se secó ideológicamente en los últimos años bajo el opaco y burocrático liderazgo del expresidente Gaviria, que se aferra tercamente al poder, causando enorme daño a una colectividad histórica y a él mismo. En Marcha se consolida hoy como una nueva opción para los colombianos, con una bancada de tres senadores, que tendrá un exitoso debut electoral en las elecciones regionales de octubre, en las que hay grandes posibilidades de ganar con nuestros candidatos en algunas gobernaciones y alcaldías de capitales y ciudades intermedias. Nos hemos propuesto liderar un proyecto político que asuma la causa de la lucha contra el centralismo, para avanzar hacia un estado de naturaleza federal en el que se haga realidad el sueño de la autonomía territorial contemplado en la Constitución de 1991. También nos proponemos, con un extraordinario grupo de jóvenes entusiasmados con nuestras ideas, convertir a En Marcha en el primer partido digital de Colombia, en el que utilicemos las tecnologías modernas para asegurar participación efectiva de la militancia en la toma de decisiones del partido frente a los temas de interés nacional.

En el campo político, recordado papá, las cosas han estado muy movidas. Se cumple el primer año del gobierno de Gustavo Petro, que ha representado la ilusión de millones de colombianos por un país más justo y equitativo con el primer presidente de izquierda democrática en la historia nacional. La esperanza del cambio se percibe en los rostros y miradas de campesinos, afros e indígenas en los territorios, que esperan la concreción de reformas sociales atrasadas y la llegada de la Paz total, que busca desactivar las distintas violencias que siguen afectándonos. Con ocasión del lanzamiento del libro, me han preguntado en distintas entrevistas cómo se ve hoy el país frente al que teníamos hace 25 años. Respondo que sin duda ha crecido, la violencia ha disminuido, las condiciones sociales de millones de compatriotas son mejores. Sin embargo, parecemos congelados en el tiempo en algunos aspectos y uno de ellos es la existencia del ELN con sus mismos comandantes generando violencia, dolor y víctimas. Ojalá Petro logre firmar el acuerdo de paz con esa guerrilla, que intentaron sin éxito los anteriores presidentes. Precisamente esta semana asistí a un acto que generó optimismo en el que por primera vez se firmó un cese al fuego bilateral y nacional con el ELN y se instaló el Comité Nacional de Participación, en el que han insistido por años. En esta oportunidad hay razones para el optimismo, a pesar del escepticismo justificado de buena parte de la sociedad que no cree en una real voluntad de paz de los elenos.

(Texto relacionado: Cese al fuego multilateral y regional)

El gobierno no la ha tenido fácil y, además de los inconvenientes con las reformas de pensiones, salud y laboral de los últimos meses, la lentitud con que avanza la reformar agraria y la entrega de tierras, la lenta ejecución de los programas sociales y el crecimiento de la violencia en algunos territorios, estalló en los últimos días un tremendo escándalo relacionado con la financiación de la campaña presidencial, que tiene elementos muy complicados por la participación protagónica de un hijo del Presidente, quien además resolvió colaborar con la justicia. Al cumplirse un año de mandato, Petro ha perdido las mayorías en el Congreso, no hay coalición de gobierno y nos preparamos para un difícil proceso judicial, que sin duda afectará la capacidad de impulsar las reformas planteadas. En este tema de financiación de campañas, como en el caso del ELN, el tiempo parece congelado en Colombia.

En fin, querido papá, son muchas las noticias y muy corto el espacio como siempre. Los 365 días que han pasado, desde que hace un año me senté a escribirle, han sido realmente intensos tanto en lo personal como para el país. Publicar el libro ha significado mucho y siento que era una deuda pendiente con lo que usted representa para nosotros en la familia y para mucha gente. Asimismo, la consolidación de En Marcha es un gran triunfo que quiero compartir porque sé que estaría muy feliz con el surgimiento de un proyecto colectivo social demócrata. En la familia todo anda bien, sin grandes novedades, comentando en los últimos días sus recuerdos, sus fotos, sus anécdotas. Sus nietos Jorgito, Daniela y Juan Nicolas, estuvieron en primera fila en la presentación del libro, interesados en conocer detalles de la vida del abuelo que no pudieron disfrutar por cuenta de la infame e insensata guerra, que aún nos afecta 26 años después. El tiempo ayuda a cicatrizar las heridas, decía con razón Piedad en la conversación ese día. No hay duda que así es, pero también es cierto que la cicatriz siempre está ahí, recordándonos el dolor y la tristeza que nos produjo una partida inesperada, injustamente violenta con un hombre bueno que merecería morir tranquilo, rodeado del amor de su familia y el afecto de su gente y no de la forma salvaje y miserable como lo decidieron los violentos. Ojalá, papá, el año entrante pueda contarle que el cese al fuego con el ELN funcionó, que las armas siguen silenciadas y que la posibilidad de firmar un acuerdo de paz con quienes lo asesinaron es real y no simplemente una ilusión. Así podremos saber algún día la verdad de tan absurdo y atroz crimen. Hasta pronto papá.

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*Juan Fernando Cristo Bustos, @cristobustos, Exministro del Interior y ex senador.

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