¡Ahora sí! ¡La Constituyente!

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Sacado de el Diario de las Américas

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La fuente de las inconformidades es precisamente el cansancio, el agotamiento, no solamente con el gobierno deficiente de Duque, sino con la institucionalidad colombiana en general.

Sacado de el Diario de las Américas

Pocas veces se ve una incertidumbre tan uniforme entre los sectores políticos y sociales ante el entuerto en que se encuentra Colombia. No se trata solamente de la pandemia, los retenes y el paro sino un inconformismo latente y creciente, que lleva a pensar que cualquier salida será insuficiente y se convertirá simplemente en el origen de más violencia. Un gran acuerdo nacional sobre los principios básicos de nuestra sociedad se revela como la decisión viable en estos momentos.

Colombia no ha llegado a esta crisis de manera reciente, ni por el coronavirus, ni tampoco por la evidente desconexión gubernamental que atiza las llamas del inconformismo, sino por un proceso histórico de desigualdad y enfrentamiento de la clase política que agota hasta el tuétano a los jóvenes, trabajadores, empresarios y desempleados. Ellos ven cómo las esperanzas de una mejor vida, de un mejor trabajo, de un negocio rentable y de un cambio social no llegan, por culpa de una dicotomía polarizante que solamente se preocupa por solucionar los problemas y peleas de sus dirigentes. 

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Mucho se ha discutido en sectores de la prensa y a manera de descalificación desde el oficialismo sobre la falta de claridad de las peticiones de los líderes del paro, de quienes marchan, de quienes hacen bloqueos y de quienes protestan desde sus redes sociales, solidarizándose con los anteriores o simplemente manifestando inconformidad. Esto es cierto. No existe un pliego o unas peticiones concretas que representen a la totalidad de los protestantes, pero no quiere decir ello que no haya un hilo conductor entre estos reclamos. La fuente de las inconformidades es precisamente el cansancio, el agotamiento, no solamente con el gobierno deficiente de Duque, sino con la institucionalidad colombiana en general.

El desprestigio en los sistemas democráticos se concentra generalmente en el órgano legislativo. Es común que el congreso o parlamento sea descalificado en la opinión general, pero al revisar los índices de la encuesta adelantada por el Centro Nacional de Consultoría esta semana se registra una mala imagen del ejecutivo correspondiente al 83% de los encuestados. De igual manera, pasa con las altas cortes que registran el 73% y la fiscalía y Procuraduría en 67 y 65% respectivamente.

La Constitución del 91 es una obra muy bien pensada, construida y acertada en cuanto a la inclusión de derechos fundamentales, reconocimiento de la individualidad y de los principios liberales que deben regir una carta política. No obstante, esa retórica de derechos y deberes del Estado no ha podido concretarse por una institucionalidad sosa y megalómana que hoy es acusada no solamente de incapacidad para proteger esos derechos constitucionales sino de ser  represiva y violadora de los mismos.

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La institucionalidad consagrada en la Constitución es un diseño vertical en el que no  se reconocen las estructuras sociales y económicas del país sino que se centra en solucionar los problemas y el acceso al poder de las élites y camarines que, mediante la elección centralista y de cooptación ,mantiene gobierno tras gobierno a los mismos y a las mismas en las posiciones de poder.

La oportunidad que da esta crisis es concitar a todos los sectores de la población alrededor de un proyecto común de país, viable, sostenible y con oportunidades para los desempleados los jóvenes los empresarios y la nueva ciudadanía que quiere asumir las responsabilidades del poder y el futuro de todo el país. 

La ciudadanía como una salida digna y solución de fondo debe demandar al Congreso la expedición de una ley que convoque a una Asamblea Nacional Constituyente, un proceso democrático, amplio y, sobre todo, horizontal, que ponga sobre la mesa problemas trascendentales como el centralismo, el desarrollo económico del país, la consolidación de la paz  y más y mejores oportunidades para todos. Reconstituyamos a Colombia. 

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Quedan cordialmente invitados a formar parte de esta iniciativa, pueden unirse al grupo #FuerzaConstituyente  https://chat.whatsapp.com/CA18BeZ8SZ35flIumtXSt6

* Gustavo García, abogado constitucionalista, @ggfci

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