About The Author
Israel no puede condenar al pueblo palestino al exterminio. Los ataques del grupo terrorista Hamás no justifican que tenga que arrasar Gaza.
(Lea también: ¿Colombia sin posibilidad de cambio?)
Cuán difícil es hablar nuevamente de la guerra y el sometimiento de la población civil en Medio Oriente. Es necesario elevar la voz como voz en cuello ante la situación tan horrible y desgarradora que está ocurriendo. En primer lugar, condenar el ataque visceral del grupo extremista Hamás en contra de Israel y su población civil y tan violento que no es posible describir en estas líneas. Son crímenes condenables que bañan en sangre un pueblo.
Por su parte, la población civil de Palestina se encuentra atrapada entre Hamás y el asedio constante de Israel con un gobierno de extrema derecha. Hamás NO representa al pueblo palestino. A partir de la creación del Estado de Israel en 1948, los palestinos han sido desplazados y sus condiciones de vida son mínimas. Viven en una prisión a cielo abierto donde Israel mantiene el control de su población. Después de 1967, Israel ocupó los territorios palestinos. Existe un muro alrededor de la zona y control permanente. La población se clasifica con cuatro tipos de identificación según Israel determina para mantener el control. Ésta constituye una práctica de segregación racial, lo que se puede llamar como apartheid.
Después del ataque del 7 de octubre, la presión se ha incrementado y hoy la población palestina se encuentra sin agua, sin luz y sin alimentos. Aproximadamente, la mitad de la población son niños que crecerán sin su familia por la represión y política de Estado de Israel con profundas raíces sionistas. El sionismo no es el judaísmo. El sionismo es un movimiento político no religioso que lucha por la protección y desarrollo de un estado judio. Para ello, ha venido tomando control de más y más territorio. Se ha valido de figuras representativas y, en este momento, del primer ministro Benjamín Netanyahu, un político de extrema derecha que desea incursionar en un territorio donde no hay ejército. NO se puede denominar a los habitantes civiles en Palestina como terroristas. Toma tan solo un par de minutos y escucha a esta niña. Ella no es terrorista.
El asedio a la población palestina lleva más de 70 años ante los ojos del mundo y no ha pasado nada. El Estado de Israel y sus aliados son tan poderosos que nadie se atreve a dar una batalla en su contra, a pesar de la violación de las resoluciones de Naciones Unidas. Irene Montero, Ministra de la Igualdad de España, calificó la práctica israelí como “genocidio planificado” al someter la población civil a la muerte segura y no permitir el ingreso de la ayuda humanitaria. Es de recordar que está prohibida la transferencia forzosa de población de un lugar a otro. Israel dijo que los pobladores de Gaza debían movilizarse, evacuando sus hogares, para bombardear el territorio, lo que causaría una catástrofe y la desaparición definitiva de los habitantes de Gaza. En este contexto, la palabra genocidio significa crear condiciones para que las personas mueran, como está ocurriendo en Palestina, porque los habitantes están atrapados, desvalidos por causa de los bombardeos, sin alimentos y sin hospital. Su muerte será segura si no se hace algo en contra de esta situación que ocurre delante de todos. Israel controla lo que ingresa o sale de este territorio. Esto se puede considerar como un ataque masivo, una violación de los derechos de las personas a su integridad, su libertad y su vida. Son ataques generalizados y sistemáticos que el Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional condena, por ser una práctica de exterminio racial.
El Estado de Israel no es el Israel espiritual que dice la Escritura Sagrada, porque si lo fuera no oprimiría al extranjero, lo que es un mandato escrito en Éxodo 22:21 “Al extranjero no maltratarás ni oprimirás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto”, además del amor que se pide tener al prójimo escrito en Mateo 22:36-40. Los judíos ortodoxos protestan constantemente en contra de estas prácticas.
(Texto relacionado: Desaparecidos – Sound of Freedom)
Israel no puede condenar al pueblo palestino al exterminio. Los ataques del grupo terrorista Hamás no justifican que tenga que arrasar Gaza. Esto se está volviendo una bola de fuego que puede quemar e incendiar varias naciones. Cientos de miles de personas han protestado a nivel mundial en contra de las políticas de Netanyahu. El bloqueo a Gaza es inhumano, perverso y violento. Todos los seres humanos merecemos un lugar digno dentro de la tierra y condiciones para tener salud mental y física y debemos levantarnos en contra de todo tipo de violencia. Cada vez que Israel ataca a personas indefensas crece el odio entre los pueblos. Cada vez que una persona pierde un miembro de su familia o de su cuerpo padece de dolor tanto físico como espiritual. Cada vez que oprimimos al desvalido estamos evidenciando nuestra faceta interna más baja y oscura. Cada vez que se apoyan las políticas ocultas y devastadoras del Estado de Israel se están apoyando la matanza, la producción y la compra de armas de cualquier índole para acabar con nuestro planeta. Cada vez que se sigue esta política destructiva, se le está negando a una persona el derecho a existir y se le está condenando a la segregación. Cada vez que se apoyan estas prácticas, se estarán separando familias enteras que quisieran tener luz eléctrica durante un día, suministros y condiciones sanitarias mínimas.
Por esto levanto mi voz y digo ¡NO EN NUESTRO NOMBRE!
¡Es necesario buscar salidas de paz!
(Le puede interesar: Feminicidio II – identificando a un agresor)
*Sandra Castillo, profesional en derecho, estudios de Maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía. @sandra_doly