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Compartimos esta comunicación que llegó a La Línea del Medio de uno de los miles de pequeños empresarios a quienes se les niegan las ayudas prometidas. Nos preguntamos: ¿por qué?
Mi nombre es Juan Emilio Rojas y soy comerciante. Vendo accesorios tipo joyería y, hace cinco años, puse mi punto de venta en un centro comercial en Cali y otro, hace pocos meses, en un centro comercial en Popayán. Por la contingencia del Covid-19, he tenido mi negocio cerrado más de 70 días y me he visto duramente afectado por el pago de arriendos, servicios públicos y demás.
El gobierno, en abril, lanzó un programa llamado “Colombia responde para todos” en el cual por medio del Banco Agrario gira cierto monto para otorgar los créditos que tienen como beneficio principal un periodo de gracia, si bien se pagan intereses durante ese periodo. Ese mismo mes, me postulé y un asesor me contactó. Me pidieron una serie de documentos para tramitar el crédito – certificados de Cámara de Comercio, balance general, estado de resultados, flujo de caja, entre otros – .
Un mes después, me contactó el asesor y me dijo que el crédito fue negado. No fue muy claro, pero me dijo que tenemos flujo de caja negativo. El contador me aseguró que el flujo de caja era positivo para cubrir obligaciones y, simplemente, el Banco Agrario no quiso arriesgarse.
El presidente dijo que estos créditos tenían el 90% de respaldo del Gobierno como codeudores por el riesgo. Entonces, no entiendo por qué los niegan de esa manera, cuando en realidad sí los necesitamos para salir a flote por esta crisis. Mi negocio ya abrió pero realmente necesito este crédito para pagar obligaciones atrasadas y para no tener que cerrar el negocio.
Mauricio Cabrera, miembro de LIDES – Laboratorio para la Igualdad y el Desarrollo Sostenible – , describió en una columna de El País de Cali las demoras de las ayudas. Mientras tanto, los colombianos cierran sus negocios y, peor, entierran sus sueños.