Cabos sueltos, la lectura como pecado capital

0
732

About The Author

Cabos sueltos, la lectura como pecado capital

Eduardo Escobar

Editorial EAFIT

453 páginas.

El libro que hoy dejo a disposición de la Biblioteca Diaria de La Línea del Medio me ha dado muchas alegrías. Me he reído, he reflexionado, me ha producido ensoñaciones y, por lo tanto, es uno de mis mejores amigos. Por eso lo recomiendo tanto: porque lo quiero. Además, porque es una buena idea que algunos de ustedes, con una sensibilidad hermana, lo tengan en su radar.

Se llama Cabos sueltos, la lectura como pecado capital, del gran poeta nadaísta Eduardo Escobar. El nadaísmo, como ustedes saben, fue un quimérico movimiento de literatura en los años 60 en Colombia, desternillado y serio a la vez. El más contracultural que hemos tenido en este país. Su mayor contribución, creo yo, fue aportar ideas, poesía, ternura, sin tomarse muy en serio esos aportes. Además, sus miembros sabían lo que eran las puestas en escena.

Cabos Sueltos no es una cátedra ni quiere dejar lecciones de nada. No moraliza ni te llena de datos eruditos. No. Este libro te lleva de la mano por una Bogotá y Medellín llena de recuerdos personales y, lo más hermoso, por la vida misma.

Eduardo Escobar, el siempre cuestionador, el puntilloso ex columnista, no está preocupado aquí por la ilación de las ideas con el pegamento de la forma y de la razón. Mas bien se preocupa por hacernos sentir como si estuviéramos una tarde, con un aguardiente en la mano, escuchando a un amigo que habla y habla y habla y te lleva por los laberintos de su memoria, de su conocimiento prodigioso y divertido de la literatura. En esas conversaciones las palabras vienen como lo dicta la lógica del alma… y de la alegría. 

Les dejo este pedacito del libro: “Ahora creo que todo en mi vida fue una larga ocultación del estado mineral. Es posible que todo, incluidas mis crueldades secretas y mis aspiraciones precoces a la perfección moral que los adultos alentaban, haya sido un modo de esconder mi esencia pedregosa. Muchas veces me pregunto desde esas alturas de mi existencia perdida si no terminé entregado a la lectura por mi incapacidad de entenderme con el mundo. Y por mi imposibilidad para identificarme con las cosas que movían a los demás a mi alrededor. Tal vez estoy muerto desde que nací. Tal vez no soy más que un muerto que lee para consolar su insensibilidad”.

Está editado bellamente por Editorial Eafit, de Medellín. Es un librazo, se los digo.

Mauricio Arroyave, periodista, lector caprichoso y frustrado librero, @mauroarroyave

Autor

DEJA UNA RESPUESTA

Please enter your comment!
Please enter your name here

El periodo de verificación de reCAPTCHA ha caducado. Por favor, recarga la página.