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¡La corrupción, que calvario!
Mal que nos aqueja tanto,
y “lideres” con su encanto
llenan su bolsillo a diario.
Es lo único en su horario,
les vale el ciudadano.
Roban sin ningún desgano.
y la justicia, un mal chiste.
¡Basta ya de tanto giste!
Es hora de un cambio sano.
Sin dudar, la corrupción
es quizás la enfermedad
a un nivel de gravedad
que produce aversión.
Es tan absurda cuestión
que hasta huecos se roban.
Los togados se “emboban”
al dictar la sentencia.
No les toca la conciencia
al ver, como al país se roban.
La impunidad sigue en pie,
un mal que nunca se olvida.
La justicia está dormida
y el pueblo sufre sin fe.
El crimen sigue sin traspié
y la verdad queda oculta.
Es una cosa que insulta
que nunca se haga justicia.
una total inmundicia,
que a las victimas sepulta.
De la brutal corrupción
casi ninguno se salva,
así haya nacido en malva.
Ni hablar de la información
hoy día, manipulación.
Se construyen narrativas,
unas bastante creativas,
con un solo propósito:
crear un corto circuito
y noticias destructivas.
Que realidad tan triste
de este hermoso lugar
del que se quieren robar
hasta lo que uno viste.
Pero el país no desiste
y al cambio le apuesta,
que para muchos apesta,
a ver si en esta ocasión
vencemos la corrupción
y Colombia sea una fiesta.
*Oscar González, Licenciado en Filología e Idiomas. @oscarinbelize
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