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Bienvenida la Convergencia Ciudadana Colombia-Venezuela
La crisis de Venezuela es compleja y multidimensional y se ha convertido en un nuevo escenario de lucha geopolítica. Su impacto ha traspasado fronteras y se hace sentir en todo el continente americano.
Colombia es uno de los países más afectado. Su territorio recibe y alberga la mayor cantidad de migrantes procedentes de la diáspora venezolana, las afectaciones por la paralización del comercio binacional son millonarias y los niveles de conflictividad interna se han elevado por la transnacionalización del crimen organizado y los grupos irregulares.
A los problemas derivados de la crisis venezolana, se suma el conflicto político binacional. Los intereses contrapuestos han dado fin a las relaciones formales entre el Gobierno colombiano y quien ejerce el poder efectivo en Venezuela, entiéndase, Nicolás Maduro y compañía. El reconocimiento de Juan Guaidó como máxima autoridad venezolana impide que la diplomacia colombiana juegue el papel que corresponde a un mediador del conflicto.
Con la llegada de Iván Duque a la Casa de Nariño, algunos sectores de la oposición venezolana que han fallado en su objetivo de desalojar a Nicolás Maduro del poder vieron la posibilidad de convertir a Colombia en el epicentro de sus operaciones; desde allí desarrollan una ofensiva regional y promueven el cambio en Venezuela por cualquier vía, incluyendo la fuerza.
Es así, como algunas autoridades colombianas se han prestado para para exacerbar la narrativa que configura a Venezuela como una amenaza regional, esto con el propósito de justificar la intervención militar por parte de una coalición internacional.
Desde el lado venezolano, no faltó la respuesta violenta, Nicolás Maduro ordenó una serie de acciones que comprometen la vida de los colombianos y la paz de la región. despliegue de baterías antiaéreas, ejercicios militares, movilización de personal militar y material bélico hacia la frontera y declaraciones de altos funcionarios asegurando la existencia de misiles rusos que estarían apuntando hacia la ciudad de Bogotá.
Como verán, estamos en presencia de una amenaza y, en cuestión de minutos, podemos pasar de la guerra de micrófonos a la agresión real. Ante este panorama, es urgente que las voces conscientes que defienden la paz se hagan escuchar. Estamos obligados a construir una alternativa para evitar una escalada mayor del conflicto, que, sin duda alguna, sería una tragedia que arroparía a todo el continente.
Venezuela y Colombia están obligadas a entenderse. Son naciones que provienen del mismo vientre libertario y esto no es retórica ni discurso. Sus pobladores son conciudadanos de la Gran Colombia que aún existe en el imaginario de nuestro ADN y éste es el mejor argumento para invocar el entendimiento binacional.
Si los canales diplomáticos oficiales están cerrados, el diálogo social debe imponerse y superar las barreras que las élites políticas colocan en defensa de sus intereses. Buscar el entendimiento y la paz entre países no es una acción exclusiva de los gobernantes; por ello, cada día cobra más vigencia la llamada diplomacia ciudadana, un concepto que se encuentra dentro del esquema del Track Two Diplomacy y sobre el cual no hay una conceptualización única pero que, desde mi apreciación, se trata del deber ciudadano de actuar en concordancia con el principio de corresponsabilidad que existe entre el Estado y los ciudadanos para mantener la estabilidad de la República.
Es así como un grupo de hermanos colombianos, inspirados en el deber patrio y la moral internacional donde todos somos responsables de hacer un mundo mejor, han dado vida a la Convergencia Ciudadana Colombo-Venezolana, un espacio para la diplomacia ciudadana binacional y regional, que convoca a distintos sectores sociales, políticos, analistas e influenciadores, con el firme objetivo de buscar una solución pacífica, incluyente y sostenible, que permita resolver la crisis venezolana y reconstruir la relación binacional.
Sus promotores principales tienen una larga trayectoria en el trabajo por mantener los vínculos positivos entre ambas naciones y hoy nos invitan a formar parte de esta historia, bienvenida la Convergencia Ciudadana Colombo – Venezolana y la Agenda para el Diálogo Ciudadano Binacional que tendrá lugar los días 13 y 14 de noviembre en la ciudad de Bogotá.
Indira Urbaneja – Desde el Centro, analista, @indiurbaneja
Ésta será la agenda del evento, que estará abierto al público.