El año del sol negro

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El año del sol negro

Daniel Ferreira

Alfaguara

608 páginas

La batalla de Palonegro, acontecida entre Rionegro y Bucaramanga -Santander-, empezó el 11 de mayo de 1900 y terminó quince días después. Enmarcada en La Guerra de los Mil Días, fue la más larga y la más carnicera de la historia de Colombia – que ya es mucho decir –: un enfrentamiento entre 25 mil campesinos pobres en el que murieron a machetazos y bala unos mil quinientos liberales y otros mil conservadores, 4.882 quedaron malheridos; una vez terminada, dejó una epidemia de fiebre amarilla que reclamó la vida de quién sabe cuántas víctimas más. Fue una barbaridad… una sangría inútil.

El año del sol negro, el libro que hoy traigo para la Biblioteca Diaria de La Línea del Medio, es un recuento poderoso de esa batalla. Su autor, el colombiano Daniel Ferreira, se la jugó como un guerrero para recrear el olor, el sabor y el estupor de ese tiempo aciago, vivido por miles de aldeanos aporreados por la pobreza de la Colombia rural y la ignorancia: seres vulnerables, frágiles, posando de duros para robarle horas a las grietas de la muerte. Cada palabra de esta novela necesaria parece estar escrita con la sangre de los que se jugaron su vida en el combate: un lenguaje poético y a veces oleoso que no esconde, sin embargo, la aspereza de la montaña. En sus tres partes y doce capítulos circulan hombres y mujeres solitarios, algunos enamorados y valientes, otros cobardes, algunos cínicos e infectados por el escepticismo; todos abrumados por una rabia profunda que no ha podido sanarse en el corazón colombiano.  

No sé cómo hizo Ferreira para meterse de una manera tan honesta y decidida en ese Santander bravo, en sus hospitales de guerra, en sus páramos y villorrios, en sus campos de guerra de 1900; su pluma es capaz de caminar al lado del aldeano impenetrable que busca unirse a la guerrilla de Rosario Díaz y de acompañar a la mujer de espíritu reivindicativo que lo ama mientras atiende el negocio de ultramarinos de su padre conservador. También se asoma a la amistad o la deslealtad entre combatientes, a la rispidez de la enfermedad de la guerra, a las historias de amor que se empeñan en ocupar un lugar bajo las balas, y hasta atisba en las mentes de guerreros históricos como Rafael Uribe Uribe, Benjamín Herrera, Gabriel Vargas Santos, Próspero Pinzón o Ramón González Valencia.

El año del sol negro es la cuarta novela de una Pentalogía de Colombia a la que le falta un último libro para quedar terminada. La primera de esa pentalogía, La balada de los bandoleros baladíes (2010), no es de fácil consecución: yo logré un ejemplar editado en Cuba por Editorial Arte y Literatura, aunque veo que hay unos disponibles, publicados por la Universidad Veracruzana, y que se pueden comprar en España a través de internet; las otras tres novelas, en cambio, sí se encuentran en las librerías nuestras: Viaje al interior de una gota de sangre (2011), La rebelión de los oficios inútiles (2014) y El año del sol negro (2018), todas editadas por Alfaguara.

Pero este libro es más que asomarse a la historia: es una clave para leer a esta sociedad de hoy, profundamente dividida en dos bandos: por un lado, uno de pensamiento conservador, muy ligado a un sentimiento religioso tradicional y centralista; por otro lado, un sector de filosofía liberal, cercano al humanismo laico. Ambos, con sus luces y sombras, empeñados en una campaña de desprestigio mutuo, con la intención de buscar que el otro desaparezca del debate público. Es como si por décadas el enemigo común del narcotráfico o de las guerrillas hubiesen ocultado un germen de odio entre colombianos, un germen que, como lo demuestra Daniel Ferreira, ha estado enquistado en toda nuestra historia republicana. Quizás sigamos viviendo en El año del sol negro.

Mauricio Arroyave, periodista, lector caprichoso y frustrado librero, @mauroarroyave

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