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Aquí veremos si la nueva banca, las Fintech y las empresas jóvenes y exitosas como el Nu bank tienen la varita mágica.
Créditos, dinero y tasas de interés son temas molestos para un gobierno de izquierda en general. La práctica financiera es un intruso en el mundo de lo público, escenario donde construye sus opciones de política social y económica.
Las grandes reformas del gobierno se esfuerzan por descontaminar los derechos fundamentales de las prácticas de la intermediación. Entonces éstas deben desligarse del sector salud; los portafolios privados deben desligarse de las pensiones y la educación pública desligarse de los objetivos del Icetex puesto que la financiación es un tema de naturaleza privada y de los mismos bancos.
Sin duda es una opción y hace parte de los debates históricos de las escuelas de economía que van y vienen entre una opción y otra donde al final se discute el papel del Estado en la economía. No hay sorpresas, el gobierno de Petro a esto le llamó “El Cambio”.
Petro les apuesta a 500.000 cupos de estudiantes nuevos en su cuatrienio y lleva alrededor de un 20% de cumplimiento. Bienvenido el esfuerzo; sin embargo, en últimos 30 años se ha creado esa misma cantidad pues se requiere presupuesto, infraestructura y una oferta de maestros que seguro no existen. No cumplirá. Y como las universidades públicas GRATUITAS solo absorben un 50% de la demanda de cupos en pregrado son las universidades privadas, con apoyos de financiación blandas como el icetex entre otros, las que han absorbido esa fuerza estudiantil,
Ya sabemos que el tema es falta de plata y recortes del presupuesto general para cumplir lo fundamental y he ahí el Icetex financiando con recursos públicos a estudiantes de todas las clases sociales. Eso es un escándalo para un gobierno popular que no prometió financiamiento sino gratuidad en la educación.
Descubrieron el Icetex como tantos otros bichos colados en las entrañas del gobierno que no lo “dejan ser”: transita una aprobación reciente de $2.0 billones para emitir bonos ordinarios para venderlos en la bolsa de valores, calificados por Fich Rating como deuda Estatal porque el presupuesto tapa sus rotos, endeudamiento útil para financiar los estudiantes con recursos que a la larga van a parar a la caja de las universidades privadas. Qué horror… un fantasma recorre el palacio de Nariño, es el fantasma del capitalismo “Todas las fuerzas de la vieja izquierda se han unido en santa cruzada para acosar a ese fantasma.”
Entonces el joven ministro, Daniel el travieso, va y dice cosas molestas o con ironía frente al endeudamiento como herramienta para financiar estudiantes o algo que hace gritar las redes a favor de éstos con créditos vigentes del ICETEX y especialmente sectores de clase media y baja que sin crédito no podrían estudiar. (claro, no todos por supuesto…)
Ahora todo es más claro: tal como la estrategia reciente de amagar con las inversiones forzosas a la banca era un artificio para obligarla a negociar con el gobierno sumas importantes de créditos para sectores prioritarios. Cosa que para los bancos era una encantadora caricia, pues ese es su negocio, aquí la “amenaza” -o la oportunidad quizás- es otro artificio, el de crear un banco de primer piso o un banco del saber o un “woke bank” o cualquier nombre para algo que no existe ni existirá. Para así conducir a la banca privada de manera apresurada a negociar y tener exclusividad de más de 1.000.000 de potenciales clientes, logrando el gobierno redireccionar los recursos con los que financia 200.000 estudiantes en el Icetex para fortalecer su gasto político o presupuesto en educación que llaman.
Petro defendió a Daniel y dijo: “es terror mediático”. Si, tiraron la papeleta y sonó tan duro como las redes lo amplificaron. El escandalo es una estrategia para abrir debate. Punto.
Ahí están las condiciones listas, seguramente habrá una transición de algunos pocos años para respetar derechos adquiridos de estudiantes de clases medias; así lo dijo el presidente que al final parece que salvara a Colombia, en última instancia, de sus propios colaboradores. Pero que va; no me lo creo, todo es un performance de redes donde la misma revista Semana, incluso, hace el mayor aporte.
Petro ganará favorabilidad denunciando los recortes del presupuesto en el congreso que atacan -dice- sus propósitos y en este caso de los estudiantes que son de su apetito.
¿Cuál es el lio? Ninguno para el Estado. Los bancos, llamados a participar desde ya, pedirán fondo de garantías quizás, aunque sería una formula costosa y por lo tanto excluyente. Las universidades privadas que traen dificultades de demanda aflojarán en las matrículas o pierden, y más aún, en sus líneas de crédito que también las tienen deben ceder costos -quizás ahora están doblando negocio con su tesorería-. Finalmente, los bancos tendrán que innovar para conceder créditos acumulativos durante el período de estudio con período de gracia, retorno a largo plazo y tasas de interés de costo barato que es contrario a su tradición y a sus márgenes.
Aquí veremos si la nueva banca, las Fintech y las empresas jóvenes y exitosas como el Nu bank tienen la varita mágica: la pista es alianzas estratégicas con fondos que ya administra y las universidades privadas que a la larga tiene tesorerías potentes. Tal vez sea un negocio de suma cero, pero sin duda el riesgo financiero “no es de mi incumbencia” dirá el ministro activista; los recursos públicos son para los pobres y los $10 billones del activo del Icetex representa alrededor del 2% de la cartera bruta del sistema financiero, allí cabe como anillo al dedo.
Petro pone a bailar las redes y los medios más virulentos a su favor es lo cierto por si los empresarios y críticos despistados no se han dado cuenta -de eso sabe, pero no de administrar pues hasta razón tiene, pero él, ansioso, no sabe aún migrar a su propio cambio. El debate apenas comienza, pero ¡El Icetex está herido!
*Gabriel Suárez. Economista. Socio de Márgenes SAS