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La situación política en la tierra de El Libertador se está moviendo.
De alguna manera la designación de los Rectores del Consejo Nacional Electoral por parte de los diputados proclamados a raíz de la elección que se realizó en esa tierra el 6D pasado eso ha logrado.
De nada vale argüir que en la misma solo participó el 8% del padrón electoral. Mientras la normativa vigente sea que basta que una persona obtenga un voto más que otro para salir electo, independientemente del número de inasistencias, la elección es válida y lo es más aún si quienes nos abstuvimos nada hicimos de manera efectiva para que eso no avanzare.
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Ante esa circunstancia, lo cierto es que, como consecuencia de la referida designación del presente mes, las distintas organizaciones políticas, con muy contadas excepciones, están buscando la manera de participar en los comicios regionales fijados ya para el mes de noviembre próximo.
Ciertamente, buena parte de las mismas están inmersas en problemas judiciales que afectan a sus órganos de conducción y, adicionalmente, dirigentes que pudieren aspirar en condiciones normales están impedidos de hacerlo por decisión de la Contraloría General de la República, que es el instrumento habitualmente utilizado en Caracas, cuando – por razones de apariencia – les es imposible acudir a la vía judicial.
El movimiento es tan intenso que hasta la Asamblea Nacional del 2015 aprobó el proyecto de Acuerdo de Salvación que al país planteó recientemente Juan Guaidó y que, por cierto, implica sentarse a negociar con sus adversarios.
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Seguramente más de uno afirmará que mientras no se cumplan todas las condiciones solicitadas desde hace varios años – que incluyen, por supuesto, que la elección sea la presidencial – no se deberá participar en ningún evento. Mas es lo cierto que, así sea esa la decisión adoptada, en nuestro país se seguirán realizando eventos electorales, uno detrás de otro, independientemente de la abstención que en el mismo exista pues la normativa vigente no le da valor ninguno a ésta, salvo en el caso el artículo 72 de la Constitución referido al referendo revocatorio.
Debe tenerse presente que el movimiento que señalo viene acompañado internacionalmente.
Nada de lo que en materia política se está gestando en Caracas, incluyendo medidas de gracia adoptadas por la gestión Maduro, le es ajeno a los factores internacionales que hacen juego en nuestro país. Lamentablemente, a esta altura del juego, buena parte de las decisiones internas dependerán de éstos más que de nosotros. Solo diré, es lo que hay.
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En el tiempo por venir, más corto de lo que imaginamos, veremos decisiones que impactarán nuestro devenir en los próximos años. Preparémonos anímicamente.
*Gonzalo Oliveros Navarro, Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia. @barraplural