El giro radical de Iván Duque y la migración como oportunidad

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Ése es el que ha dado la administración del señor Presidente Duque respecto de la migración venezolana con la aprobación del Estatuto de Protección Temporal para Migrantes Venezolanos –EPTMV-.

Hasta la fecha, esta administración había sido cauta en implementar un registro similar al Registro Administrativo de Migrantes Venezolanos –RAMV- que formó el gobierno Santos en sus últimos meses de gestión, a través del cual se caracterizó a migrantes venezolanos en condición de irregularidad migratoria y le permitió a buena parte de ellos acceder al Permiso Especial de Permanencia.

Para migrantes irregulares, la actual gestión de la Casa de Nariño solo había adoptado hasta la fecha medidas tendentes a asignarle a los hijos de migrantes irregulares nacidos en este país a partir del 1 de enero del 2015 la nacionalidad colombiana, por una parte, y, por la otra, le facilitó a dichos migrantes a partir de enero del pasado año la obtención del Permiso Especial de Permanencia para el Fomento de la Formalización –PEPFF- que, como hemos dicho en precedentes oportunidades, resultó un mecanismo de incorporación muy restrictivo.

Sin revisar la normativa anunciada pues la misma está en construcción –con vista a las informaciones recabadas-, estimo que la misma conllevará, entre otras cosas novedosas, que, al calificar para permanencia al titular de la protección, su hijo nacido en Colombia tendrá nacionalidad colombiana, a tenor de lo dispuesto en el literal a del numeral primero del artículo 96 de la Carta Política. Falta en todo caso revisar con detenimiento el texto final que regulará la protección respectiva para ratificar dicho criterio.

La nueva política pública anunciada implica –a no dudarlo- un giro fundamental en la forma y manera como Colombia ha afrontado la migración, en especial la venezolana, hasta la fecha. De un fenómeno que se consideró pasajero en un principio, ahora se estima que será duradero para lo cual es menester diseñar políticas públicas a largo plazo.

Vi en estos días por curiosidad el discurso de despedida del Presidente Ronald Reagan y él lo dedicó exclusivamente al tema migratorio –por cierto- sin mencionar la palabra, reiterando las bondades de la política de recepción y la obligación de los Estados Unidos de mantenerla pues es una de las fortalezas de ese país. Es una lección para el mundo que Colombia esta semana ha recogido.

La migración no es un problema sino una oportunidad. Eso ha entendido el gobierno colombiano al permitirle a nacionales venezolanos –que en el país se encuentran y quienes regularmente habrán de llegar en los próximos dos años si así lo deciden- incorporarse a su aparato productivo. Los conocimientos y habilidades que nada le costaron a Colombia serán puestos a la disposición de todos. Eso es en el fondo lo que se ha aprobado. Con lo acordado, todos ganamos.

*Gonzalo Oliveros Navarro, Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia. @barraplural

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