About The Author
No se puede esperar de un país que se comporte con madurez electoral si no ha sido educado en tal dirección. Se equivoca el mandatario al creer que once millones de votos o llenar las plazas cual rockstar es un cheque en blanco: muy inteligente, bastante ingenuo. Antes de lanzarse al ruedo con sus propuestas de cambio debió y debería educar a las masas para que entiendan el detalle, para que descifren el engaño mediático y las celadas gamonales, para que elucubren pensamientos propios, entonces, ese día y no antes, la población tendrá herramientas conceptuales con las cuales aprehender el meollo del asunto. El que un personaje que disparó a la turba durante el Paro Nacional haya sido electo concejal de Cali no habla de un pueblo somnoliento sino de estrategias insuficientes por parte del gobierno a la hora de propiciar conglomerados con capacidad de analizar, discernir, contextualizar y actuar. Ahora, eso no se logra vía redes sociales ni casando peleas inanes y perdidas con Vicky Dávila y Gustavo Gómez. Considero que un asunto es educar y otro formar: las universidades forman profesionales para que se inserten al aparato productivo antes que educar seres espirituales, sensibles, sesudos y honestos, en tal dirección, sin necesidad de pasar por el congreso y desde el ministerio de educación, por ejemplo, se debe diseñar una cátedra de Análisis de Medios y lectura de Contexto buscando suscitar INTELIGENCIAS ELECTORALES. El segundo tópico, que instaría CONSCIENCIAS COTIDIANAS, se centra en los medios de comunicación de carácter popular que pueden educar a sus respectivas audiencias: estos medios, sumados todos, son tan masivos como Caracol o Semana; para lograrlo es necesario capacitarlos, legislar a su favor, permitirles enlazarse y tener pauta, todo lo cual podría ser asumido por el MinCultura cuyos oficios, a la fecha, no son otros que formar técnicos audiovisuales y no educar comunicadores inteligentes con capacidad de cuestionar sus receptores inoculándoles el bicho de la duda.