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Si los embajadores de carrera estuvieran en puestos conforme a su rango, nos ahorraríamos más de 10.000 millones al año y 9.000 millones de traslados. Éste es el costo de la politiquería diplomática. Pero éste no es el precio final.
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La utilización del servicio exterior acarrea costos políticos y económicos. Las cuentas a continuación constituyen un esfuerzo para calcular en pesos la consecuencia financiera de negar cargos de embajador a quienes tienen ese rango en la carrera diplomática. La regla de oro a tener en cuenta se resume así: todo embajador de carrera será pagado conforme a su rango y no al puesto que ocupa.
En Colombia, unos 80 funcionarios alcanzaron la distinción de embajador de carrera. Donde sea que estén ubicados, en Colombia o por fuera, recibirán salario de embajador, una asignación en dólares si están asignados afuera y un monto menor en pesos si lo están en Colombia.
Treinta y nueve de los embajadores de carrera están asignados a planta externa y, entre ese grupo, solo 16 como verdaderos embajadores. El gobierno de Iván Duque, que prometió llegar al 50% al final de su periodo, está apenas en el mínimo legal. El decreto 274 de 2000, que regula el servicio exterior, lo establece en el 20%.
El resto está en puestos de inferior jerarquía a su rango. Esto significa que, en diez lugares, los embajadores políticos están acompañados de uno o más embajadores de carrera. Se destaca la misión ante la ONU, donde Guillermo Fernández de Soto tiene el respaldo de tres embajadores más, dos de carrera y uno político.
El listado para 2021 era el siguiente:
Embajador | Relación con gobierno | Embajadores adicionales | Lugar |
Juan Carlos Pinzón | Promotor del NO | Daniel Ávila | EEUU |
Juan Carlos Caiza | Cercano al Centro Democrático | Francisco A González | Corea |
Ángela Ospina de Nicholls | Partido Conservador, consuegra de A. Pastrana | Luis Carlos Rodríguez | México |
Felipe García Echeverri | Del Consejo Nacional Electoral | Adda Borda | Bélgica |
Ruth Mery Cano | |||
Darío Montoya | Exrector de la universidad ELITE de Álvaro Uribe | Edgar Rojas | Brasil |
Edgar Antonio Bustos Martínez | Esposo directora Centro Democrático en Córdoba | Jorge Mario Echeverry | Panamá |
Luis Guillermo Plata | Exministro de Álvaro Uribe | Victoria Pauwels | España |
Alicia Arango | Persona de confianza de Álvaro Uribe | Álvaro Ayala | Misión ante ONU en Ginebra |
Guillermo Fernández de Soto | Pastranista | Sonia Pereira | Misión ante ONU en NY |
Nohra Quintero | |||
Isaac Gilinski | |||
Alejandro Ordoñez | Conservador | Gustavo Paredes | Misión ante OEA |
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Se trata de un total de 13 embajadores adicionales en cargos alternos, doce de carrera y un acaudalado empresario. Si a los embajadores de carrera se les confiara la responsabilidad para la que ascendieron al rango máximo, los colombianos no estaríamos obligados a pagar doble, triple y hasta cuádruple por cada una de esas diez embajadas.
Calculemos. El sueldo de un embajador en el exterior se cuantifica de la siguiente manera:
Mensualidad embajador = base salarial + prima especial + ajuste por costo de vida
La base salarial se definió en dólares y se fijó en 4.528 dólares para embajador extraordinario y plenipotenciario, Código 36, Grado 25, con nombramiento en el exterior, según el decreto 2348 dictado por Minhacienda en 2014. A la fecha, esta asignación básica equivale a 17.888.234 pesos.
La prima especial está fijada en el decreto 961 de 2021, se gradúa con el rango, se considera como factor salarial y alcanza 17.741.621 para embajadores.
La suma de la base salarial y la prima especial asignación básica mensual constituye la asignación básica mensual, es decir, 35.629.855.
El ajuste por costo de vida se establece conforme a las tablas de Naciones Unidas y, dependiendo del lugar, puede variar entre 3.000 y 7.000 dólares. Tomemos un promedio de 5.000 dólares.
Mensualidad embajador hoy = 17.888.234 + 17.741.621 + 19.755.413 = 55.385.268
La suma es aún mayor. Todos los embajadores tienen derecho a residencia. Como solo una familia puede ocupar la casa que provee el Estado colombiano, los embajadores de carrera] reciben una contribución de 30% de la asignación básica mensual, o sea, 10.689.000 de pesos.
En suma, un embajador de carrera cobra una suma mensual alrededor de 66.000.000 pesos, unos 16.500 dólares, una cantidad en nada exagerada para quien cumple funciones de alto nivel en el exterior.
El problema está en el pago de los embajadores adicionales. ¿Cuánto nos cuestan? Nada menos que un estimado de 850 millones mes a mes (66.000.000 x 12 + unos 55.400.000 de Gilinski) y alrededor de 10.200 millones al año.
La cosa no termina ahí. El transporte del menaje y los desplazamientos al lugar de destino se pagan de manera indexada al rango, conforme al artículo 62 del decreto 274 de 2000.
Un traslado a planta externa se determina con la siguiente fórmula:
Traslado = viáticos (una asignación básica mensual más 75%) + costo del envío de menaje (una asignación básica mensual)
Traslado al exterior = (35.629.855 x .075) + 35.629.855 = 62.352.246 millones
Un regreso al país se calcula con la siguiente fórmula:
Traslado al país = viáticos (una asignación básica mensual) + costo del envío de menaje (una asignación básica mensual) + prima de instalación (una asignación básica mensual para planta interna)
La asignación básica en planta interna de la Cancillería para un cargo equivalente a embajador extraordinario y plenipotenciario Código 0036, Grado 25 se fijó en 12.718.013 pesos. En consecuencia,
Traslado al país = 35.629.855 + 35.629.855 + 12.718.013 = 83.977.723
La ida y el regreso de un o una embajadora requiere un gasto de 146.329.969 millones, casi 9.000 millones por los 13 embajadores, más los pasajes aéreos de cada uno y de su núcleo familiar. Nótese el impacto para las arcas del Estado del nombramiento de amigos políticos por unos pocos meses, tal como está sucediendo.
Si los embajadores de carrera estuvieran en puestos conforme a su rango, nos ahorraríamos más de 10.000 millones al año y 9.000 millones de traslados. Éste es el costo de la politiquería diplomática. Pero éste no es el precio final.
Hemos dado cuenta de 27 embajadores de carrera, 15 en puestos de embajador y 12 en puestos de inferior rango. Quedan 12 nombrados como cónsules en cargos de ministros plenipotenciarios.
La asignación básica mensual para los ministros plenipotenciarios gira en torno a 28 millones, pero, como se trata de embajadores a quienes hay que pagarles como tales, estos consulados cuestan siete millones más cada mes, para un total de 1.000 millones adicionales al año. Como los traslados están indexados al rango, se pagan 13 millones y más que para un ministro plenipotenciario por la salida y 18,5 millones más por el regreso al país, para un total de 378 millones adicionales por los 12 embajadores.
Este ejercicio, que involucró solo el rango de embajadores de carrera, demostró que se podrían ahorrar más de 20.000 millones de un solo tajo si se aprendiera a respetar a los funcionarios de carrera diplomática y consular. Supongamos que hiciéramos un cálculo similar para cada rango de la carrera diplomática y consular. ¿Cuánto derroche se podría evitar?
La lección está clara: cada loro debe estar en su estaca. Que los funcionarios de carrera diplomática y consular ocupen cargos conforme a su rango no es solo una buena decisión política; es también una sobria medida fiscal.
En 2018, Iván Duque pregonaba “vamos a tener un gobierno comprometido con poner fin a la mermelada”. Estas cifras reflejan el costo de la mermelada diplomática en el gobierno de la austeridad.
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*Laura Gil, politóloga e internacionalista, directora de La Línea del Medio, @lauraggils