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«Le hemos dado al pueblo argentino la oportunidad de elegir, en las elecciones más libres y honestas de la historia argentina, entre nosotros y nuestros adversarios. El pueblo nos ha elegido, por lo tanto ese dilema está solucionado. En Argentina, se hace lo que decidimos» PERÓN.
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En las elecciones post pandemia que hasta el momento se realizan en el continente americano tiene como elemento principal es que siempre perdió el oficialismo, además, otro elemento destacado sin lugar a dudas es la irrupción de los llamados outsider, otros analistas les llaman populistas. Lo que hace preguntarse a muchos.
¿La populdemocracia se tomó nuestro continente?
¿Qué sucede en nuestras democracias para que aparezcan estas figuras?
Entrar a analizar este fenómeno de la relación entre el populismo y la democratización ha sido un tema central en los debates históricos, no es exclusivo de nuestra época, el populismo como estrategia de conquista del poder es usado desde Grecia y Roma, como olvidar el famoso pan y circo. Algunos analistas lo entienden como un peligro para la democracia, que puede llevar a la conformación de regímenes autoritarios, e interpretaciones que lo analizan como ruptura que democratiza los sistemas institucionales excluyentes, otros lo miran como oportunidades para renovar, como una homeostasis del sistema desgastado
Pero ¿son estas apariciones causas de rupturas democráticas? O ¿quizás consecuencia de algunas grietas que dejan sistemas y regímenes desgatados que no cumplen algunos de los fines para las cuales están diseñadas?
Para mirar esta pregunta demos una breve mirada a nuestro panorama latino americano
Lo primero que se le viene a la mente a la gran mayoría es relacionar el populismo con la izquierda, esto obedece en parte a la ola de gobiernos de este corte ideológico que en los últimos años han sido protagonistas, pero debemos decir que no es exclusividad de esta ideología el liderazgo de corte populista. Vemos ejemplos de derecha en la región como Menem, Fujimori, Cardozo y un poco más tardío un Uribe, ni que decir de Bolsonaro. Que tienen en común estos líderes desde su propuesta… que plantearon una profundización del neoliberalismo, lideraron agendas claramente conservadoras en lo económico y social.
Todas estas figuras de ambos extremos aparecieron en crisis políticas de legitimidad del establecimiento. Si bien muchos de estos líderes causaron alteraciones en las instituciones como los pesos, contra pesos, la reelección y algunas más dependiendo de cada país. Su aparición fue producto o consecuencia de estas crisis de legitimidad en la institucionalidad.
De igual forma notamos en común que muchas de estas narrativas padecen de profundidad. Quizás algunos difícil de cumplir pero que le dan una esperanza a ese ciudadano de superar un problema, ante las dificultades del establecimiento de dar respuestas, estos logran imponer su liderazgo personalizado, plantean una relación directa casi que plebiscitaria con la ciudadanía, ejemplos como Aló presidente de Chávez, consejos comunitarios de Uribe y ahora ultimo Los Mañaneros de AMLO, rompen con unas barreras burocráticas que el establecimiento le impone a este ciudadano que no le permiten ese contacto directo con el poder, estos liderazgos carismáticos hacen correcta lectura del humor social, dan respuesta a esa necesidad de respuestas cercanas, lo hacen de manera natural y muy bien montados
Hay que decir que muchas de estas acciones, apariciones o incluso silencios no son tan inocentes, estos líderes entendieron la importancia de la comunicación política, la estrategia y se asesoran muy bien, es posible que el ciudadano se conmueva con apariciones o reacciones espontaneas de estos líderes, como ser vistos recurrentemente con sus hijos y familia en general, o un tono de voz fuerte y de autoridad. Pero la mayoría de veces todo está bien calculado, estudiado, pensado por un equipo técnico, profesional de consultores que filtra cada mensaje por rigor científico, por supuesto muchas veces ensañado en privado por este personaje antes de su puesta en escena, logrando mover las emociones
Ejemplo de estas apariciones en los últimos años puede llegar a ser el de Pedro Castillo en el Perú, un líder sindical que aspira por el partido de izquierda Perú Libre, bajo la sombra de Vladimir Cerrón.
Aun muchos se quedaron en ese señalamiento de la re encarnación de Chávez, pero entender la elecciones de este outsider pasa por otros análisis que incluso de entrada muchas de sus propuestas lo alejan de postulado y banderas claves de las izquierdas en el mundo, como el aborto, matrimonio igualitario o el uso de la mariguana, este líder de chota vence a las élites de lima claramente por un voto protesta de regiones como la sierra y selva que históricamente fueron relegadas desde la capital, incluso por la llamada izquierda caviar, una crisis de gobernabilidad que dejo 3 presidentes en 4 años, un lamentable suicidio de un expresidente, una candidata con problemas judiciales, marchas con caos en las calles. Ralamente existía un desgaste de las estructuras que dieron oxígeno a esta figura que nadie la vio venir. Lo más irónico es que esta clase política y partidos aun piensan que la solución es quitándolo después de haber perdido en el voto popular y colocar uno de los suyos (como ya sucedió hace poco) evidenciando una desconexión total con su realidad
Quizás no tan dramático, pero con similitudes de un desgaste del bipartidismo y figuras mesiánicas como la Kirchner y Macri en argentina le dan vida a una figura como la de J Milei
Con un despeine un poco más acomodado que el de Boris Johnson, una mirada arrogante y retadora con unos pupilas negras en unos ojos increíblemente claros como sus ideas anti sistémicas, se asimila el mismo con Neo el de la Matrix cuando afirma que él es un error del sistema, sistema que ha venido dándole un etiqueta con mucha potencia. ¡Los llama La casta política! Y revive aquel discurso exitoso de Trump “vamos a volver hacer grande a la Argentina”
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Si bien falta mucho para las próximas elecciones, el sistema desgastado no ha sabido dar respuesta a cómo afrontar un líder que les reta, que logra calar en una ciudadanía que se siente desconectada con estos liderazgos tradicionales, que se han turnado el gobierno en los últimos años, sobre todo el último de Fernández que ha vivido de escándalo en escándalo, en parte se le atribuye la derrota histórica de las intermedias
Lo de Bolsonaro en Brasil, es visto como un outsider, pero que en realidad tenía una carrera política dilatada, muchos años en el congreso. En apariencia antisistema con discurso misógino, racista y retador, que toma vigencia en momentos que solo el 38 % consideraba la democracia como la mejor forma de gobernar, a diferencia del 55 % del 2015. Este líder haciendo apología al protagonismo militar en un momento de una imagen de aceptación los militares en un 58 % toma fuerza sobre todo en una juventud que no vivió los abusos de estos otrora en esta nación (datos latinos barómetro) Por lo que tampoco fue un accidente la irrupción de esta figura
¿Pero que pasa con los partidos y la clase política?
¡Básicamente no han sabido hacer correcta lectura del momento y estar a la altura, esto les ha hecho pagar caro! Como pasó en Colombia, donde teniendo un candidato la suma de todos los partidos tradicionales acompañados del gobierno, no pasa siquiera al balotaje, siendo superado por un candidato de izquierda con una fuerte coalición y por un outsider que siquiera tiene partido, ni congresistas, que muchos analistas aun intentan ubicarlo en izquierda o derecha. Esta coalición de partidos fuertes Fue castigada por estar en una desconexión con el metro cuadrado del ciudadano
Lo primero que deben entender estos partidos es que históricamente estas apariciones obedecen a crisis de regímenes oligárquicos, que generan un rechazo al ciudadano de a pie, donde la democracia cada vez con mayor protagonismo pone en jaque al leviatán (estado) que pretende y aspira siempre al ser todo poderoso, que pretende controlar toda la producción de servicios y ofertas necesarios para el desarrollo personal de esta ciudadanía, por supuesto contrasta con este protagonismo ciudadano que desea participar a la hora de construir caminos o soluciones a cada situación del diario vivir, sea desde la trinchera de las redes hasta una asamblea de vecinos o movilizaciones masivas. Lo que evidencia la tensión entre el uno y el otro, es ahí donde deberían los partidos hacer su trabajo de intermediarios, de representantes de este ciudadano para acceder a los espacios de poder y decisión. Pero lo que encuentra esta ciudadanía muchas veces son favorecimientos particulares que no discrimina partidos de derecha o izquierda
Es por estas grietas que aparecen estos mesiánicos, pero llegan con mensajes políticos aparentemente sólidos en la forma, identifican temas que son ganadores y dan votos, saben penetrar cada territorio y segmento hastiados de estas castas políticas arrogantes lejanas a ellos, les construyen historias seductoras, lo que en la comunicación política llamamos storytelling, revestidos de un carisma único que definitivamente es fundamental para construir relatos exitosos vs aquellas narrativas tradicionales y falta de soluciones reales de los partidos que al parecer muchos de LATAM se quedaron con el pasado, sin saber qué hacer en el presente y futuro que se les aleja Desde mi punto de vista, la populdemocracia puede llegar a ser positiva si desde ya los líderes se dan cuenta que en algo están fallando e inician a reinventarse y sobre conectarse con soluciones reales para ese metro cuadrado de cada ciudadano, ya que tarde o temprano estas propuestas populistas ante los retos que ofrece la sostener unas instituciones sólidas y garantes al ciudadano sucumben a su respaldo, puede que algunas duren más que otras pero al final nacen producto de estas grietas pero producto de la falta de fondo generan consecuencias que los harán claudicar en su lugar de privilegio.
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*Nixon Narváez, estratega y consultor en marketing y comunicación política. @Nixon_mkpolitic