La Opa de los Gilinski, un asunto de política exterior

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Se vienen más inversiones desde Emiratos Árabes Unidos, ojalá no todas vía tomas hostiles.

La OPA (oferta pública de adquisición) de los Gilinski por Nutresa constituye el fruto de una política exterior árabe en busca de nuevos caminos, el dinamismo de la embajada colombiana en Abu Dabi y la internacionalización de un grupo empresarial. Se vienen más inversiones desde Emiratos Árabes Unidos, ojalá no todas para tomas hostiles. Gobierno y sector privado deberán decidir hasta dónde es conveniente la penetración del capital árabe.

En sociedad con el Royal Group, Jaime Gilinski se quedó con el 27.68% de Nutresa y el 25.4% de Sura. Esta inversión está apalancada por el First Abu Dhabi Bank vía una carta de crédito de más de mil millones de dólares. Tanto Royal Group como First Abu Dhabi Bank son comandados por el jeque Tahnoon bin Zayed, hermano del líder de facto de Emiratos Árabes Unidos, jeque Mohammed bin Zayed, conocido como MBZ. Tahnoon bin Zayed, una de las personas de mayor confianza de MBZ, es también asesor de seguridad nacional y estuvo al frente del manejo de la pandemia.

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El viraje de la política exterior de Emiratos

Thanoon bin Zayed está jugando un papel fundamental en la transición de una diplomacia de robusta intervención a una diplomacia económica. Primero, fue el retiro de las tropas de Yemen, donde Emiratos se unió a Arabia Saudí en la guerra contra los rebeldes islamistas. Siguieron los Acuerdos de Abraham, que normalizaron las relaciones con Israel, y llevaron al anuncio de un fondo de inversión de 10 billones de dólares en territorio del archirrival.

El viraje en la política exterior se profundizó con la caída de Afganistán. Abu Dabi logró la reconciliación con Turquía, acompañándola de la promesa de 10 billones de dólares de inversión, luego de años en los que la acusara de aspirar a revivir el imperio otomano. También buscó el fin del embargo de Qatar que el Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo – Gulf Cooperation Council – había impuesto en 2017 para castigar el acercamiento de Doha con Irán. Tahnoon bin Zayed se apresuró a viajar para asegurar el regreso a Abu Dabi de la inversión qatarí en finca raíz.

La diplomacia de Emiratos pasa por la chequera.

La política exterior de Emiratos está marcada por la necesidad de diversificación de sus mercados para responder al tránsito de una economía dependiente del petróleo a una basada en la prestación de servicios y la producción de conocimiento.  El jeque Tahnoon bin Zayed fundó Grupo 42, una compañía de inteligencia artificial, que anunció la apertura de una oficina en Israel. Nada de sorprendente tendría que pronto la viéramos en Colombia.

La estrategia energética de Emiratos, presentada en 2017, apunta a subir la participación de las energías limpias de 25% a 50% para 2050 y a reducir la huella de carbono en 70%.  El gradual abandono del petróleo lleva al país a poner los ojos en regiones donde pueda invertir en negocios estratégicos, como los agrícolas que contribuyen a su seguridad alimentaria.

México y Brasil son el primero y segundo socios comerciales en América Latina. Colombia no ha pasado inadvertida. El interés va mucho más allá de la inversión en minería aurífera de Emiratos en el páramo de Santurbán. El gobierno de Juan Manuel Santos dejó el acercamiento bilateral iniciado: firmó cinco convenios de cooperación, uno de ellos para el financiamiento de proyectos de desarrollo por 45 millones de dólares que incluye varios centros infantiles.

La presencia colombiana en Emiratos

La embajada de Colombia en Emiratos Árabes Unidos es una de las pocas del gobierno de Iván Duque que tiene algo para mostrar.

Emiratos Árabes Unidos está hoy entre en uno de los donantes humanitarios más importantes del mundo. Jaime Amín, embajador en Abu Dabi, consiguió que, durante el primer año de la pandemia, Colombia fuera uno de los países más beneficiados. Fueron seis megadonaciones de 100 toneladas métricas por 98 millones de dólares. En total, Emiratos envió dos millones de pruebas rápidas para el SARS-CoV-2, más de 10 millones de tapabocas, 6.000 ventiladores de cuidados intermedios y miles de trajes e insumos médicos. Entregó un laboratorio para procesamiento de pruebas en la Universidad de Antioquia, que costó nueve millones de dólares, y el INPEC recibió material biomédico y hospitalario.

Mucho antes de que la primera vacuna contra el Covid llegara a Colombia, Abu Dabi había ofrecido importantes donaciones que el presidente Duque rechazó una y otra vez todavía convencido de que el mecanismo Covax respondería con eficiencia. Emiratos fue uno de los países donde se condujeron pruebas de Sinopharm; el Grupo 42 estuvo a cargo de los tests y luego firmó un acuerdo de producción. Este convenio representa para Emiratos una oportunidad para participar en la diplomacia de las vacunas así como para hacer negocios, bien sea exportando, bien sea co-produciendo. Nada sale gratis en la cooperación internacional.

El embajador de Emiratos en Colombia, Salem Rashed Salem Al Owais, resumió la importancia de las donaciones así: “a pesar de la distancia entre nuestros dos países, las relaciones bilaterales han sido testigo de un desarrollo notable en todos los frentes y el envío de asistencia médica afirma la fuerza de estas relaciones”.

La macrorueda de negocios que tuvo lugar en ExpoDubai en noviembre de 2021 dejó unos 58 millones de dólares en ventas.  Muchas más se han concretado desde la inauguración en octubre de 2021. Los avances comerciales son diversos: se firmó un memorando de entendimiento con Fly Emirates y Etihad para vuelos comerciales y de carga, se aprobaron las medidas fitosanitarias para exportación de carne, frutas y café, se acordó aumentar el intercambio comercial al billón de dólares para 2030, se levantó el visado de turismo entre países.

El fortalecimiento de las relaciones bilaterales se está dando en diversos ámbitos. Por ejemplo, la embajada facilitó la organización de un encuentro entre la agencia de noticias de Emiratos y El Espectador, que culminó con un memorando de entendimiento. También se otorgarán becas en Khalifa University para maestría y doctorados en inteligencia artificial.

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El escenario comercial se abrió a tal punto que Amín anunció conversaciones para la firma del tratado de libre comercio, aún cuando  el plan económico de Iván Duque en campaña electoral prometía  que “no se negociarán más tratados de libre comercio, pero se pretenderá insertar al país en cadenas de valor.” Según Amín, la presidencia apoya este TLC porque las economías resultan complementarias.

La internacionalización empresarial

El Grupo Gilinski es uno de los más internacionalizados de Colombia. Su relación con el Royal Group data de más de 10 años. Son socios en Panamá Pacífico, un proyecto inmobiliario en lo que se conoce como la antigua Zona del Canal. Pero, el buen momento de la relación bilateral sí puede haber servido de catalizador. De hecho, los Gilinski acompañaron el viaje de Iván Duque a Emiratos en noviembre pasado.

“Estas inversiones que llegan ahora a Colombia por cuenta del joint venture de Gillinski y Royal Group son parte de esa gran confianza y expectativa que hay ahora hacia el país”, consideró Amín.

Se viene ahora una movida del International Holding Group, también dirigido por el jeque Tahnoon bin Zayed, que involucra a Galtco, un complejo de transformación de aluminio, con un negocio que podría alcanzar los 3.000 millones de dólares. “Ya ha habido reuniones, incluso con el gobierno en la reciente visita del Presidente Duque”, señaló Amín. También se está en conversaciones con Grupo 42 para la produccción de vacunas.

Las tomas hostiles son más frecuentes en mercados accionarios más desarrollados que el colombiano. La estrategia Gilinski mostró que sí son posibles aquí y más de una empresa colombiana está en situación de vulnerabilidad.

Cualquiera sea la vía de la inversión, vale la pena dejar un número de reflexiones.

– En Emiratos, como en muchos otros países, buena parte del sector privado está en manos del Estado. Esto representa un desafío para el gobierno corporativo de cualquier empresa: el inversionista extranjero termina siendo un Estado y los intereses nacionales influyen en las decisiones de las juntas directivas.

– La penetración excesiva de un país en la economía del otro limita la capacidad de acción internacional del receptor de inversión. El caso extremo se puede estudiar en el caso de la deuda de Estados Unidos en manos de China.

– El control extranjero de sectores estratégicos de la economía, como los que garantizan la seguridad alimentaria, los medios de comunicación y otros, pueden constituir una amenaza a la seguridad nacional.

Bienvenida la inversión extranjera; queda por responder en qué condiciones y hasta dónde. Lo cierto es que Emiratos viene por más. “El joint venture de Gillinsky y Royal Group es el preludio de las inversiones en el país”, dijo Amín.

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*Laura Gil, politóloga e internacionalista, directora de La Línea del Medio, @lauraggils

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