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Entre la Leyenda Blanca de la gran deuda con España y la Leyenda Negra, de abominación de la conquista española por explotar y diezmar las poblaciones indígenas, debe surgir una Leyenda Gris.

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El 12 de octubre se ha convertido en una fiesta ambigua, que no se sabe bien que se celebra. Hace 532 años el navegante Colón, auspiciado por los reyes de España y en tres carabelas (naves marítimas de velas y viento) descubrió unos nuevos territorios, cuando él estaba buscando una nueva ruta a la India. Esto es bien sabido. Y entonces en esa fecha se celebraba el Descubrimiento de América. Y en los colegios de hace 50 o más años se enseñaba sobre el Gran Legado Español: principalmente la lengua (castellano) y la religión católica.
Pero, vino la Leyenda Negra que contenía una visión totalmente distinta de lo que se enseñaba en escuelas y colegios y propiciaban las Academias de Historia, referente a cambiar el “chip”, y convertir ese gran hecho de nuestra historia resaltando los aspectos más negativos de la conquista española, como la masacre de ingentes poblaciones indígenas, explotación de tales comunidades aborígenes y destrucción de sus propias culturas, evangelización cristiana a garrote, esclavitud a poblaciones africanas traídas a la fuerza para emplearlos en las labores más fuertes en la minería, en la agricultura y en la construcción de obras de infraestructura.
La Leyenda Negra comenzó a predominar de alguna manera, en la medida en que los pueblos indígenas y afrodescendientes reclamaban sus derechos, e inclusive la protección paternalista de considerar a los indios menores de edad para justificar un aparente estatuto de protección hacia ellos fue superada y el eterno conflicto de tierras en los que estuvieron involucrados por mucho tiempo y la creación de instituciones para proteger sus intereses culturales y comunitarios se abrió paso, aunque tales conflictos aún subsisten. Hay también un indigenismo radical que ha emprendido acciones simbólicas, como el derribo de estatuas de los conquistadores, como la de Sebastián de Belalcázar, fundador de la ciudad de Cali y Gonzalo Jiménez de Quesada, fundador de Bogotá. De todas maneras, la Constitución de 1991, hizo un importante reconocimiento de la multiculturalidad de nuestra sociedad. A los indígenas se les otorgó 2 curules en el Senado de la República y a los Afrocolombianos 2 curules en la Cámara de Representantes.
Pero, entre la Leyenda Blanca de la gran deuda con España y la Leyenda Negra, de abominación de la conquista española por explotar y diezmar las poblaciones indígenas, debe surgir una Leyenda Gris, que, por un lado, reconozca el aporte español en sus verdaderas dimensiones y de otro lado, se reconozca los derechos efectivos de indígenas a sus tierras y a su cultura, lo mismo que a los afrocolombianos. Para no caer atrapados en una repartición de narrativas, con sus odios correspondientes que impidan nuestro propio perfil identitario.
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En esto de las culpas históricas, hay demasiado de carga tal vez de odios ancestrales que deben superarse por que nos sumen en la imposibilidad de la convivencia, en el ánimo bélico permanente, en una especie de venganza histórica, que mira para atrás y no para adelante. Deudas históricas hay muchas y si hacemos bien el ejercicio encontraremos que unos pueblos originarios masacraron a otros y entonces el asunto se complica. Así vemos que el Gobierno mexicano le solicita al reino de España su expresión de pedir perdón por la conquista y ahí se generó ese desencuentro entre México y España y se observó en la no invitación del Rey de España, Felipe VI a la posesión de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum. Es como si los Aztecas tuvieran que pedirle perdón a los Mayas por haberles quitado territorio y esclavizarlos. O que los Íberos (antiguo poblador de la Península Ibérica) debían ser reparados por los Romanos que conquistaron la península Ibérica en siglo I de nuestra era. Los Íberos se aliaron con los cartagineses en las llamadas Guerras Púnicas (264-146 a. C.) contra el Imperio Romano.
¿Entonces, el punto es qué exactamente celebramos el 12 de octubre? Tendríamos que ponernos de acuerdo entre quienes postulan el día de la Hispanidad (algo así como la mancomunidad que conformó el Estado Español), que a algunos les parecería un “arrodillamiento” a España. O celebramos, porque el hito histórico es innegable, como dirían algunos un “parteaguas” que permitió la incorporación del continente que se denominó América a la escena mundial.
También se ha mencionado las efemérides del 12 de octubre como el “día de la raza”, para conmemorar esa presencia y fusión de distintos grupos étnicos. Pues esta designación no es afortunada porque el concepto de “raza” ha sido cuestionado para considerarlo una entidad biológica, cuando es una construcción social que recoge muchos prejuicios culturales y actitudes discriminantes. Desde luego, el concepto de raza ha evolucionado desde la clasificación del sabio sueco Carl Linneo, quien clasificó la especie humana en 4 razas: europeos, asiáticos, africanos y americanos. Hoy en día es más correcto hablar de etnias, la biología moderna ha demostrado que las diferencias genéticas entre los humanos son muy reducidas (0,1%).
En varios países se ha resignificado el 12 de octubre como festividad. Unos celebran la resistencia indígena (como Venezuela); otros el día del respeto a la diversidad cultural (como en Argentina); en USA se celebra el día de Colón, aunque también hay controversia sobre el homenaje al Descubridor. España celebra su día nacional, día de la unificación española. En Colombia se celebra el 12 de octubre con el equívoco nombre de día de la Raza, aun cuando la notificación va por el lado de querer significar el día de la diversidad cultural. En México se cambió la denominación en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y la denominación es: “Día de la Nación Pluricultural”.
Seguramente a la mayoría de la gente, no le importe mucho el sentido del Feriado, sino que el día sea festivo (no laborable). Sin embargo, si se le pregunta por parte del nieto al abuelo, éste dirá que el Descubrimiento de América por Cristóbal Colón. El universitario dirá que el día de la diversidad cultural, y así la variedad de designaciones que hemos mencionado. Lo que expresa una suerte de revisionismo histórico. Si la presencia indígena en el respectivo país es muy numerosa se irán por considerarlo una festividad de homenaje a la resistencia indígena. ¿Colombia que es un país étnica y mayoritariamente mestizo qué podría definir al respecto? Recurriendo a la Constitución del 91 podríamos proponer el día de la diversidad étnica y cultural de Colombia. ¿Será que sí? Quizás más importante sea, en vez de aclarar la festividad, la cual no va a cambiar el pasado, si podríamos en miras al futuro sacar las lecciones que nos deja este encuentro multicultural del cual salió nuestro país y nación.
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*Víctor Reyes Morris, sociólogo, doctor en sociología jurídica, exconcejal de Bogotá, exrepresentante a la Cámara, profesor pensionado Universidad Nacional de Colombia.