¡Liberales a la carga!

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Nuestro respaldo irrestricto es para Gustavo Petro, el único que representa los cambios que quiere Colombia.

(Lea también: Petro, ¿imparable?)

Apoteósico, multitudinario, entusiasta y sobre todo optimista, así fue el Congreso Nacional Liberal Progresista realizado hace apenas unos días en el salón rojo del Hotel Tequendama.

El evento aglutinó a liberales de todos los matices que llegaron a Bogotá, desde todos los rincones de Colombia, con un solo propósito: aclamar la candidatura presidencial de Gustavo Petro.

Como se sabe, hace cuatro años, desacatamos la instrucción de la Dirección del Partido Liberal de apoyar a la presidencia al que dijo Uribe.  Ahí tenemos los resultados, un país descuadernado y en escombros morales, administrativos y de gestión.

Duque está compitiendo con Pastrana entre los peores presidentes de la historia colombiana. Solo tenemos que reconocer que esto facilitará al movimiento popular y progresista de Colombia llegar al poder.

El desastre no puede ser peor. Miles de asesinatos de líderes y lideresas sociales y firmantes de la paz, jóvenes y estudiantes asesinados o heridos gravemente por elevar justas reclamaciones.

Los territorios en manos de bandas criminales a su antojo. El General ¡AJUA! muy agresivo con los demócratas y muy pasivo con los bandidos.

Destruido el aparato productivo con los más altos índices de inflación, un endeudamiento público superior a 172 mil millones de dólares, más del 50 por ciento del PIB, con la carestía más alta en varias decenas de años y los insumos agropecuarios fuera de control.

El más alto riesgo alimentario de la historia, así lo afirma la FAO, produciendo el país menos del 5 por ciento de los productos básicos de la dieta diaria como el maíz y el trigo, sin soberanía, ni seguridad alimentaria.

Violentada la Constitución, violentado el Estado social de derecho, se arrasó con el único instrumento de garantías electorales, destinándose varios billones de pesos para la compra venta de votos en las elecciones de marzo pasado. ¿Se imaginan ustedes si no hubiesen contado con esos recursos? Mucho mayor hubiera sido el avance del movimiento popular en la consulta presidencial y en Congreso.

También por estos días la Contraloría General de la República notificó que ECOPETROL perdió 800 millones de dólares en una dolosa inversión en el Perú que se suma a los billones de pesos que se perdieron en Bioenergy, en REFICAR, todos con decisiones tomadas en el gobierno de Uribe y en la presidencia del mismo Javier Genaro Gutiérrez. Recientemente, dos presidentes de REFICAR fueron condenados, pero esa platica se perdió y ¡plata es plata!

(Texto relacionado: Duque, ¿el salvador de Ucrania?)

La vicepresidenta, no solo ha visto comprometido a su entorno en temas de narcotráfico y lavado de activos, sino sociedades relacionadas en ventas de bienes públicos, como las playas de San Andrés.

El freno al proceso de paz, las relaciones internacionales en el peor momento. Corrupción a la carta. Cada vez más son evidentes los escándalos como los del PAE y la pérdida de 70 mil millones en el MinTIC.

Aun así, Cesar Gaviria promueve la reelección de Duque en cabeza de Fico Gutiérre.

Por todo esto y por muchas cosas más, los liberales progresistas de Colombia hemos abrazado la causa de Gustavo Petro, con mucha expectativa, ilusión, esperanza. Nuestra declaración de principios fue trazada por dirigentes, académicos, sindicalistas y sectores sociales y nos será útil en la construcción de una propuesta de consenso y unidad para un gobierno de coalición.

El gobierno de Duque condenó a la pobreza, en medio de la más agresiva desigualdad continental, a 30 millones de colombianos, les negó la renta básica mensual durante la pandemia y los llevó al abismo social, a engrosar los índices de pobreza y eso hizo que la inseguridad esté desbordada en Colombia.

En el nuevo gobierno, se debe avanzar en la lucha mundial contra el cambio climático. Colombia se ha comprometido a reducir las emisiones de gases con efecto invernadero en 50 por ciento al 2030 y, por ello, debemos ajustar decisiones que nos conduzcan a este objetivo, las energías limpias, la agricultura sostenible, productiva y competitiva y la lucha contra la deforestación es un imperativo inaplazable.

Los liberales, progresistas de Colombia, seguiremos defendiendo el legado de Gaitán, de López Pumarejo, de Galán y de un partido libre, democrático, revolucionario y de avanzada.

Por eso, nuestro respaldo irrestricto es para Gustavo Petro, el único que representa los cambios que quiere Colombia. De ser elegido Petro presidente de la República, el señor Cesar Gaviria tendrá la obligación ética y moral de devolverle el Partido Liberal al pueblo que hoy abandonó por hacer alianzas con la derecha.

Quedan menos de dos semanas para que el que convirtió al liberalismo en una microempresa familiar le devuelva las llaves de la colectividad a los verdaderos liberales. ¡Ya lo verán!

(Le puede interesar: Lo que faltaba: la Fórmula Uno en Barranquilla)

*Guillermo García Realpe, Senador, @GGarciaRealpe

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