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Comunicado 01 Veeduría por la Vida
En el marco de la situación actual, movidos por la indignación y el desasosiego de una coyuntura que vulnera los derechos humanos y que nos atañe a todos los colombianos como defensores de la vida y la justicia, somos un grupo de jóvenes de diferentes partidos y movimientos y algunos no vinculados con la política quienes queremos un cambio real en la relación que existe entre la policía y la ciudadanía.
Repudiamos todo acto de violencia contra otro ser vivo, en particular si estos actos los perpetúan miembros de la fuerza pública cuya misión es protegernos y si se dan como forma de represión a una manifestación política legítima y consagrada en la Constitución. Estamos comprometidos a generar cambios positivos en la sociedad, en las políticas públicas y en la legislación, que han permitido que crímenes como los asesinatos de Dilan Cruz, Javier Ordoñez, Julieth Ramírez, entre otros que fueron asesinados brutalmente por la fuerza pública, queden en la impunidad. Para esto nos hemos organizado como sociedad civil para buscar desde los diferentes medios que tenemos disponibles una mejor forma de asegurar la convivencia y cooperación entre la policía y la sociedad civil.
Creemos también firmemente que la violencia no se resuelve con más violencia y como veeduría no apoyamos ninguna forma de violencia contra ninguna persona. Es por esto que también rechazamos contundentemente cualquier agresión que se haga contra un policía y su integridad física. Sin embargo, somos conscientes que el policía que representa al Estado tiene una responsabilidad mayor ante el control de su comportamiento, viendo que un ataque de él o ella a un civil también es un ataque del Estado a la población civil. Queremos como jóvenes reconciliar a toda la sociedad y creemos firmemente en la calidad humana que hay en cada persona por lo cual uno de nuestros pilares fundamentales es la búsqueda de paz, convivencia y armonía entre los miembros de nuestras comunidades.
Nuestra organización contará con tres mesas que tienen tres labores distintas, todas orientadas hacia la protección de los derechos humanos. Dichas mesas estarán en cooperación con otras organizaciones del movimiento civil y organizaciones públicas para facilitar su funcionamiento.
La primera mesa será la legislativa y normativa cuya misión va a ser estudiar todo proyecto de ley sobre reformas a la policía y apoyarlas con toda la veeduría ciudadana que se requiera. Esta mesa tiene como principio fundamental la neutralidad en tanto la evaluación y apoyo de propuestas que provengan de distintos sectores políticos e ideologías, siempre y cuando estas propuestas cumplan con los objetivos de salvaguardar los derechos humanos y la protesta pacífica. Además, tendrá a su cargo el desarrollo de diferentes proyectos a nivel, local, municipal, departamental y nacional que puedan, por medio de la normatividad y el sector público, mejorar las condiciones de vida y la defensa de los derechos humanos.
La segunda mesa será la de activismo por medio de la cual se llevarán a cabo actos simbólicos y otras manifestaciones pacíficas para reafirmar y fortalecer la convivencia en nuestra sociedad. Para esto, vamos a contactar y cooperar con miembros de la policía y ejército, activistas, artistas, estudiantes, manifestantes y demás grupos de la sociedad civil para, por medio de los símbolos y la actitud de cambio, acompañar los procesos de manifestaciones que faciliten una búsqueda legítima de la paz.
La tercera mesa será la mesa de veeduría de derechos humanos por medio de la cual se proveerá atención a casos individuales de derechos humanos y se cooperará con otras organizaciones tales como Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, o Movimiento de Víctimas de Estado para asegurarnos que toda denuncia sea respondida y atendida. Además, por medio de esta veeduría, vamos a volver posible la atención a ciertas comunidades con alertas para prevenir, minimizar o reparar violaciones a los derechos humanos.
Las mesas de trabajo anteriormente propuestas, aunque serán autónomas, van a tener cooperación y comunicación permanente para poder generar una construcción óptima del proyecto. Así representando nuestros enfoques como tres vías separadas, necesarias, y codependientes que al final se unirán en la meta conjunta de una nueva cultura de paz. Así mismo, conectar diferentes sectores del mundo político, sea esto entre congresistas y el movimiento activista, o cualquier otra articulación necesaria para cumplir la meta de acabar con los abusos de poder de policías contra la sociedad civil.
Reiteramos nuestro compromiso con la construcción de una Colombia en la que la vida cuenta y es respetada. Una Colombia libre, diversa y en paz. Esa es la meta y ese es el reto por el que nos movemos. Invitamos a la ciudadanía a hacer parte de este espacio, a ser propositivos y proactivos. Ahora, más que nunca, transformemos la indignación en coraje, valentía y resistencia para alzar la voz por la vida.