Manual sobre coaliciones

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En general, no se piden consejos – decía Athos – más que para no seguirlos; o, si se siguen, es para tener a alguien a quien echar la culpa de haberlos dado”. Los Tres Mosqueteros. ALEJANDRO DUMAS  Padre.1802-1870.

(Lea también: Glosas y aporías, picos e impuestos, candidatos y pobreza)

Buscando un manual de referencia sobre coaliciones, no encontré ninguno. Y ya que están tan de moda se me ocurrió pergeñar unas notas o garrapatear unas ideas al respecto, por si algún lector se presenta y me doy por bien servido. Las coaliciones están de moda en nuestro país, desde 2018, cuando dieron resultados positivos hacerlas y negativos negarse a hacerlas. Hoy tenemos tres en la liza electoral y seguramente podrían venir más, o …. menos. Por lo pronto, se plantean para definir candidatos presidenciales desde diversas formaciones políticas.  Cada una tiene su perfil y dinámica distintos. Una de derecha, otra de centro y otra de izquierda. Pareciera ser que topológicamente está cubierto todo el espacio político. La de derecha parece caminar derecho, su común son antiguos gobernantes locales, y algunos consideran que es una carrera de prueba para ver quién se gana la querencia del elector mayor o príncipe elector. Eso dicen. La de izquierda, parece cantado su resultado como en las antiguas democracias populares. La de centro, padece de equilibrio precario, pero parece mantenerse en la cuerda

Desde el punto de vista legal, las coaliciones están consagradas en la ley 1475 de 2011 y, desde luego, en la Constitución Política, artículo 107.

La Sección Quinta del Consejo de Estado, según lo ordenan los parágrafos 1° y 2° del artículo 29 de la Ley 1475 del 2011, recordó en un fallo (11001-03-28-000-2014-00091-00) que, para conformar la coalición, debe definirse:

– El mecanismo mediante el cual se efectúa la designación del candidato

– El programa que va a presentar el candidato

– El mecanismo mediante el cual se financiará la campaña y cómo se distribuirán los recursos entre los partidos y movimientos que conforman la coalición la reposición estatal de los gastos,

– Los sistemas de publicidad

– Auditoría interna

– El mecanismo mediante el cual formarán la terna en los casos en que hubiere lugar a reemplazar al elegido.

En cuanto a literatura sobre coaliciones, por ejemplo, los diccionarios de política no dan mayor aporte, más allá de cosas conocidas. De tal manera, que se facilita decir algunas otras cosas tratando de ser original.

Entonces, una coalición es una voluntad de hacer alianzas entre distintas fuerzas políticas e inclusive personajes políticos, con el fin de obtener resultados electorales más favorables. Hay también coaliciones antes de un proceso electoral y después, éstas últimas para conseguir apoyos políticos que contribuyen a la gobernabilidad. Obviamente la alianza se realiza entre quienes pueden hallar elementos de acuerdo, inclusive siendo diversos. Así, la coalición de la derecha es más bien entre personalidades, la del centro entremezcla fuerzas políticas y personalidades y la de la Izquierda es más bien unipersonal. Esto hace que los liderazgos varíen y que la coalición no se haga alrededor de un gran líder, como ocurre con la Izquierda.  Así también podemos observar que la coalición de centro es más bien un concurso de candidaturas y que la verdadera voluntad de coalición se definirá después de la elección del 13 de marzo. Así se vio en el programa de televisión del domingo 20 de febrero, en el cual los participantes cayeron en la “trampa” de mostrar poca coalición, ante la pregunta de los presentadores de por qué había que escoger al respectivo pre-candidato y no a los demás, ninguno respondió en función de coalición. Bueno, así era la pregunta….

(Texto relacionado: Estrategias para blindar la corrupcion)

También la coalición de centro es la más vulnerable por definición e interés de las otras fuerzas del espectro político; sería la que podría tener más apoyo si se verificara que la mayoría de los ciudadanos en las encuestas se ubican en esta posición de centro. Hay un deseado efecto político centrípeto de parte de los otros espacios políticos y por eso podríamos entender cierta labor de zapa (dice el diccionario que consiste en socavar, corroer algo para hundirlo y obtener beneficio).

Una prueba evidentemente para las coaliciones serán los resultados de la votación del 13 de marzo tanto en las consultas como en la conformación del Congreso. El resultado de las consultas es de obligatorio cumplimiento según la ley 1475 de 2011, artículo 7 para las organizaciones políticas, so pena de sanciones.

 Además de escoger el candidato de la respectiva coalición mediante consulta popular, viene un asunto muy importante y es el del programa que se enarbolará en la propiamente campaña presidencial para representar la coalición en ese proceso. Se entendería que sería una construcción colectiva, que le daría mayor cohesión y fuerza a la coalición y no simplemente el programa del vencedor de la Consulta.

Otro aspecto a considerar es lo que señala la ley 1909 de 2018 que establece que una vez electo y posesionado el presidente de la República, al mes de tal evento, los partidos políticos con representación en el Congreso deben declararse en tres opciones políticas respecto del Gobierno que se inicia: gobiernistas, Independientes u oposicionistas. Me parece que esto tiene un efecto perverso sobre el Congreso de la República porque termina convirtiéndolo en un apéndice del ejecutivo y le resta la independencia que la Constitución le atribuye al legislativo en cuanto parte del poder público. Es un tema de pensar. Sería obvio declararse en una posición respecto al Gobierno, pero eso le quita personalidad e independencia a la labor parlamentaria. Podría decirse que todos los miembros del Congreso deberían declararse “independientes” para el ejercicio de un cabal ejercicio de representación política. Esta ley se deriva del Acuerdo de Paz, en cuanto consagró el llamado Estatuto de la Oposición. Quizás con una buena intención normativa de garantizar el derecho a la oposición política, se incluyeron disposiciones que pueden tener efectos perversos colaterales como el precedentemente señalado.

(Le puede interesar: Poniendo tema)

*Víctor Reyes Morris, sociólogo, doctor en sociología jurídica, exconcejal de Bogotá, exrepresentante a la Cámara, profesor pensionado Universidad Nacional de Colombia.

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2 COMENTARIOS

  1. Tenemos un sistema de gobierno que se rige por los acuerdos con políticos, más que por los intereses generales. Las coaliciones son una especie de compra venta de intereses y morales, en un país donde aún los gamonales tienen el poder de endosar votos

  2. La experiencia nos ha dejado como enseñanza que las coaliciones no son nada mas insano como lo son sus actores. Mientras no se recupere la confianza política, no van a ser útiles. Y ello está muy lejos de suceder.

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