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La comunidad internacional se puede preocupar y hacer pronunciamientos, pero esto no representa una ayuda ante la crisis humanitaria y de género que se vive en la región.
El mundo se sorprendió con el ascenso de los Talibán en Afganistán. El pueblo afgano es el perdedor. Veinte años después de la intervención armada de Estados Unidos, fotos y videos que han estado circulando evidencian el sufrimiento que se vive en este país. La llegada de los Talibán generará una escalada de violencia incalculable.
Es bueno recordar que, entre 1996 y 2001, los Talibán impusieron una visión ultra ortodoxa de la ley islámica, que impedía a las mujeres estudiar, trabajar y salir de casa sin un hombre, llevando un velo que cubre todo su rostro. Los antecedentes no son los mejores, dado que se interpretó la Sharia (normas derivadas del Corán) de forma estricta y violenta. Las mujeres y las niñas serán las más afectadas; algunas terminarán casadas siendo menores de edad o ejecutadas públicamente, situación ampliamente conocida.
Más allá de esto, es necesario decir que varias religiones se han encargado de dar un trato cuestionable a la mujer. Algunas incluso, como ocurre en el caso anterior, han borrado a las mujeres del espacio público y las han hecho perder sus derechos para convertirlas en objetos, de acuerdo con las interpretaciones o leyes anexas a los libros que hacen parte de la principal fuente de su fe. La mujer ha sido cuestionada por diferentes corrientes religiosas. Faldas, mantos, pelucas, sin maquillaje o poco maquillaje, sin accesorios o pocos accesorios son parte de las diferentes reglas en las comunidades. Se puede entender que a la mujer se le quiere ver o tratar de acuerdo con el libreto que cada religión ha diseñado.
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Todos los “itmos” llevan al ser humano a cumplir reglas que no necesariamente son aceptables dentro de la sociedad. Para algunas corrientes del cristianismo, lo ideal es la falda de forma obligatoria y el atuendo que se visualiza exteriormente y se olvida que lo más importante es el interior del ser humano, todo esto sustentado en interpretaciones erróneas de la Biblia. La vestidura es importante en el sentido de que es lo que identifica, pero no es lo más relevante. Una persona puede vestir elegante y eso no garantiza que sea una persona intachable o puede vestir de forma modesta y esto no refleja necesariamente la realidad interior.
Por ejemplo, en el judaísmo ortodoxo, a la mujer se le relega y ella debe estar en un estado de subordinación total, mientras los hombres se dedican a estudiar libros derivados de la Torah que consideran sagrados, todo ello en razón a que algunos han instruido que esta religión fue hecha para que el hombre no peque. Todas las mujeres se cubren el cabello ya sea con un manto o con una peluca, la mujer debe trabajar para sustentar su familia que suele ser numerosa, con base a reglas de procreación.
De esta manera se puede seguir mencionando más religiones que han dado un uso atribuido a la interpretación, personal, radical e incluso violenta de las leyes religiosas, permite ver que las religiones en su mayoría invocan a Dios para justificar sus actuaciones. En el caso de los Talibán, ellos están mostrando su faceta conciliadora y moderada, conociendo que están siendo observados por el mundo, prometiendo respetar los derechos de las mujeres. Pero la desconfianza es absoluta por sus antecedentes, aunque existe gran apoyo de la comunidad internacional para evitar la violación de los derechos de las mujeres y de la comunidad en general ante la crisis que se presenta.
La cuenta oficial de Naciones Unidas publicó un trino el 16 de agosto que mencionaba el pronunciamiento del Secretario General. Allí manifestó las preocupaciones e inquietudes de la comunidad internacional.
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“The following days will be pivotal.
The world is watching.
We cannot and must not abandon the people of Afghanistan – @antonioguterres”
“Los próximos días serán esenciales.
El mundo está mirando.
No podemos ni debemos abandonar al pueblo de Afganistán.”
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A este trino respondió Muska Dastageer una profesora de American University en Afganistán.
“You know that @UN was created to do more than just “watch” and tweet, right?”
“Saben que la @UN fue creada más que para “mirar” y tuitear, ¿verdad?”
Esto permite interpretar que la comunidad internacional se puede preocupar y hacer pronunciamientos, pero esto no representa una ayuda ante la crisis humanitaria y de género que se vive en la región, tal y como ha ocurrido durante años a la vista de todos.
Sabemos que una vez se quite la mirada de la situación, muchas mujeres serán abandonadas a la suerte del régimen Talibán.
*Sandra Castillo, profesional en derecho, estudios de Maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía. @sandra_doly