Netanyahu, un supremacista incontenible

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El primer ministro pasó por la casa de los derechos humanos, violando una orden internacional y saliendo con gran respaldo a su favor.

Tomado de elpais.com

Es sorprendente que el primer ministro israelí Benjamin “bibi” Netanyahu se haya presentado ante la Asamblea de la ONU, pasando sobre una orden de arresto de la Corte Penal Internacional -CPI- en su contra por crímenes de guerra.

El fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, señaló desde el mes de mayo sus delitos:

– Inanición de civiles como método de guerra como crimen de guerra.

– Causar deliberadamente grandes sufrimientos o atentar gravemente contra la integridad física o la salud, o tratos crueles como crimen de guerra.

– Homicidio intencional o asesinato como crimen de guerra.

– Dirigir intencionadamente ataques contra una población civil como crimen de guerra.

– Exterminio y/o asesinato, incluso en el contexto de muertes causadas por inanición, como crimen de lesa humanidad.

– Persecución como crimen de lesa humanidad.

– Otros actos inhumanos como crímenes de lesa humanidad.

Claro que la orden abarca a lideres no solo de Israel, sino también a los lideres de Hamas. El tema es que Netanyahu se ha presentado sin ninguna restricción y sin vergüenza a la casa de los derechos humanos, haciendo que gran parte del auditorio se retirara de su presentación. Toda su exposición estuvo basada en el racismo y supremacía de su país, allí exhibió dos mapas en lo que determinó “según él” la nueva organización geográfica de medio oriente, en la que están sus “socios” y “sus enemigos salvajes”.  Esto ocurría en la ONU y con apenas una hora de diferencia al discurso, el Estado de Israel lanzaba un ataque al Líbano. Observemos sus mapas, porque allí está quienes deben ser arrasados como lo han hecho con Gaza.

Tomado de CNN en Español

Netanyahu dijo en su discurso que en los mapas estaban “los malditos y los benditos”, dentro de la maldición se incluía a Irán, Irak y Siria. Los de la bendición son sus socios Egipto, Sudán y Arabia Saudí, sin Palestina, con un puente hacia Asía y Europa para realizar acuerdos comerciales, incluyendo un sentido religioso.

Así se expresó el mandatario: “Éste es el mapa que presenté aquí el año pasado. Es un mapa de bendición. Muestra a Israel y sus socios de Arán formando un puente terrestre que conecta Asia y Europa entre el Océano Índico y el Mar Mediterráneo. A través de este puente tenderemos líneas ferroviarias, tuberías de energía, cables de fibra óptica, y esto beneficiará a dos mil millones de personas.”

Respecto al segundo mapa dijo: “Es el mapa de una maldición. Es el mapa de un arco de terror que Irán ha creado e impuesto desde el Océano Índico hasta el Mediterráneo. El arco maligno de Irán ha cerrado las vías navegables internacionales. Corta el comercio. Destruye a millones. Destruye naciones desde dentro e inflige miseria a millones.” Lo que hizo Netanyahu fue una dicotomía donde proclama su Islamofobia y arabofobia.

Estas figuras las explica el profesor Mauricio Jaramillo cómo dos tipos racismo que reflejan supremacía y odio con la presunción de que los árabes y musulmanes son malos, salvajes o barbaros y que los debemos civilizar.  Esto implica ver el genocidio en Gaza como inevitable o simplemente cómo algo que debe pasar, aceptando como designio de la naturaleza la limpieza étnica. Así, los medios hegemónicos presentan sus noticias contando terroristas e israelís, olvidando por completo la violación de los derechos humanos, no se cuentan los civiles palestinos inocentes. De tal manera el 7 de octubre se recuerda la incursión terrorista de Hamas y se olvida que más de 42.000 personas han sido asesinadas por el Estado de Israel a partir de esa fecha, que muchos Gazaties han perdido su vida desde que Israel tomo el control de la Franja y los tiene como prisioneros.

Observemos dos videos y veremos la diferencia; uno muestra cómo se recuerda a los muertos en manos de Hamas, con la bandera de Israel y sus nombres. El otro, en Gaza solo huele a destrucción, como si un gran incendio hubiere ocurrido, no se conocen los nombres de los muertos, nadie pone nada. Gaza es un cementerio que no puede exhibir su bandera porque ni siquiera se le reconoce como estado, algunos están bajo escombros y otros siguen soportando toneladas por bombas que no cesan esta gran demolición. Por allí, según Netanyahu, cruzarán “líneas ferroviarias, tuberías de energía, cables de fibra óptica.”

Tomado de x.com/AviKaner
Tomado de x.com/MundoEConflicto

El primer ministro pasó por la casa de los derechos humanos, violando una orden internacional y saliendo con gran respaldo a su favor, para continuar el genocidio. Finalizó su presentación con esta frase: nos espera “Un futuro de esperanza, por otro lado, un futuro oscuro de desesperación”.

Concluyo diciendo que todo el horror ocurrido en Gaza se hubiese podido evitar y aún se puede parar si la comunidad internacional retira el respaldo a Benjamin Netanyahu, suspendiendo la venta de armas y la compra de material bélico a las empresas israelíes, promoviendo sanciones desde Asamblea General de Naciones Unidas, suspendiendo al Estado de Israel de forma temporal como miembro de la Asamblea y ofreciendo mayor respaldo internacional a Gaza. Pero está visto que a pocos les interesan las víctimas y el sufrimiento que durante años vienen soportando los Palestinos. Quizás porque ellos están prisioneros, no pueden hablar ni moverse sin que su carcelero se los permita y no tienen recursos económicos para que algún estado poderoso los apoye. Un nivel de insensibilidad que solo deja lágrimas en nuestros ojos porque ya conocemos sus planes.

Aquí dejo una reflexión más en video.

Tomado de Inna Afinogenova

*Sandra Castillo, profesional en derecho, estudios de Maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía. @sandra_doly

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