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“No hay mal que por bien no venga”
La Corte Constitucional declaró inexequible, por vicios de trámite, la reforma tributaria aprobada el año anterior, que el Gobierno disfrazó de Ley de financiamiento(Ley 1943 de 2018).
El Ministro de Hacienda Alberto Carrasquilla había advertido de sus supuestas nefastas consecuencias y, por su parte, los gremios y los empresarios beneficiados consideraban que, si la Corte Constitucional, la tumbaba ello sería una catástrofe.
Pero, la verdad sea dicha, fiscalmente, como dice el adagio popular, no hay mal que por bien no venga, pues, después de hacer sumas y restas, se puede concluir fácilmente que la declaratoria de inexequibilidad de la Ley de financiamiento le ahorra al fisco $10 billones de pesos, $1.5 billones más que el déficit que acusa el proyecto de presupuesto para el 2020, que es el costo de las gabelas concedidas a las empresas, disque para que invirtieran más, generaran más empleos y creciera más la economía, sin que ninguno de los tres buenos propósitos se haya cumplido.
Al modular su fallo, la Corte Constitucional dejó vigente la Ley de financiamiento hasta el 1 de enero de 2020, obligando al Gobierno a tramitarla de nuevo en lo que resta de este periodo legislativo que concluye en el mes de diciembre.
El Congreso de la República tendrá ahora la oportunidad de evaluar los resultados esperados con dicha Ley para ver si se justifican la reducción del impuesto de renta a las empresas, así como las onerosas exenciones, exclusiones, deducciones y descuentos tributarios a las mismas.
Dado que en este momento se está a punto de aprobar el proyecto de presupuesto para el 2020, el Congreso antes de impartir su aprobación deberá tomar nota de la decisión tomada por parte de la Corte Constitucional. ¡Ojo, pues!
Amylkar D. Acosta M, Ex Ministro de Minas y Energía y Ex Director Ejecutivo de la Federación Nacional de Departamentos, @amylkaracosta