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Bogotá, febrero 10 de 2020
Señor Don
Iván Duque Márquez
Presidente de la República
Palacio de Nariño
Bogotá
Señor presidente:
Usted nombró al General Eduardo Zapateiro en el cargo de Comandante General del Ejército. Este funcionario, en declaraciones recientes, agravió a personalidades que están en la cumbre de la historia de Colombia por su heroísmo y por los valores y el ejemplo que encarnan sus vidas.
Le menciono algunos de ellos, Rodrigo Lara, Carlos Mauro Hoyos, Guillermo Cano, Héctor Abad, coronel Franklin Quintero, Luis Carlos Galán. Y como ellos, miles más de igual estatura moral y significación para esta nación, magistrados, jueces, policías, soldados, periodistas, dirigentes políticos, líderes cívicos, maestros, religiosos, defensores de derechos humanos, así como centenares de mujeres, hombres y niños inocentes.
Su funcionario ignora que los compatriotas a quienes agravió con su cinismo fueron asesinados por políticos y sicarios confabulados para destruir la democracia y que, por la valentía y el sacrificio de aquellos mártires, quedan vestigios de civilización y esperanzas en este país. También ignora que hirió a las familias de las víctimas en su honor y en su dolor, el honor de la nación y el honor de la institución que Usted le encomendó.
No sé qué piensa el señor presidente de esto y la verdad estoy tan defraudado de su silencio, que no me interesa saberlo. Quiero, eso sí, decirle que cuando menos yo, y con seguridad muchos de quienes vivimos esas tragedias en carne propia y somos conscientes de lo que significan para la historia y el porvenir de Colombia y para la formación ética de esta sociedad, considero al señor Zapateiro indigno del cargo que Usted le encomendó y mientras esté a su lado, sentiré que sobre Usted recae el peso de esa misma indignidad.
