Trump iguala los pasos. Meta también aboga por más libertad de expresión y menos errores

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Mientras la multinacional tecnológica de Zuckerberg cancela su programa de verificación de datos en sus plataformas Threads, Instagram y Facebook, a usanza de X, los verificadores de datos hispanos reaccionan.

Créditos: dlxmedia.hu

El año 2025 comenzó para los consumidores de contenido digital con la eliminación de los fact-checkers (verificadores de contenido) y su reemplazo por community notes (notas de la comunidad) similares a las de X. Ese retroceso en políticas de moderación de contenido se inicia en Estados Unidos, pero nadie duda su expansión global.

Los mismos usuarios de las plataformas Facebook e Instagram señalarán las publicaciones potencialmente engañosas desde el contexto subjetivo y emocional, evitando la comprobación de expertos y de organizaciones independientes.

Angie Drobnic Holan, directora de la Red Internacional de Fact-checking (IFCN), en un post de LinkedIn, escribió: “es desafortunada que esta decisión llegue en el momento de una presión extrema por parte de la nueva administración y sus seguidores. Los fact-checkers no han sido parciales en su trabajo, y esta línea de ataque viene desde quienes creen que pueden exagerar o mentir sin recibir alguna réplica o contradicción”.

El paso de cangrejo ni es novedoso ni deja huellas ocultas, al menos. Ya en 2010 la consultora británica Cambridge Analytica fue acusada de recopilar datos personales de 87 millones de usuarios de Facebook sin su consentimiento para explotarlos principalmente con fines políticos; en 2016 Meta lanzó el programa “Verificación de datos independiente” ya que quería convertirse en árbitro de la verdad (y lo logró con gran éxito); en abril de 2018 Mark Zuckerberg testificaba ante una comisión del Senado de Norteamérica por la campaña de manipulación de información electoral; en noviembre pasado Donald Trump nombraba a Elon Musk para liderar el creado Departamento de Eficiencia Gubernamental de EE.UU.

También las mentiras de los equipos jurídicos de defensa fueron cayendo una en una dado el esfuerzo permanente de más de 100 organizaciones internacionales que participaron activamente por el mundo en el programa “Third Party Fact-checkers”, para hacer frente a la desinformación en las plataformas que agrupa Meta y propender por la defensa de la democracia.

Los verificadores de datos hispanos sienten el riesgo debido al contenido falso generado con Inteligencia Artificial, en especial para los electores del Sur Global. Por ello han levantado su voz de protesta desde el 7 de enero, día en que Zuckerberg anunció el fin del programa cubriendo así el fondo de apoyar al primer presidente condenado. La consecuencia mundial obvia es múltiple, por ejemplo: persistencia de fraudes con deepfakes alterados con IA, insistente vulneración mediante narrativas retóricas anti-inmigrantes, censura previa a las plataformas de Meta en América Latina y afectación a la política liberal en el mundo. Mientras que los afectados en la región hispana serán algunos fact-checkers, comoAnimal Político de México, Chequeado de Argentina, Aos Fatos de Brasil y Maldita de España.

Pablo Medina Uribe, editor de investigaciones sobre desinformación del Centro Latinoamericano de Investigación Periodística (CLIP), argumenta que “las organizaciones de fact-checking y las empresas periodísticas se mantienen a flote con los pagos por verificación de contenido de Facebook. Así que lo más probable es que muchas van a desaparecer si no logran diversificar su negocio”. En efecto, ya Aos Fatos desactivó su dominio web. Con respecto al pago de Facebook a los verificadores de contenido, éstos debían presentar la certificación del Instituto Poynter, un organismo internacional financiado por IFCN que emite un riguroso y transparente código de principios.

Trascendiendo la industria de noticias, la carencia de verificación afectará las prácticas de higiene digital en el campo del teletrabajo, en el entorno familiar y en las dos actividades generales de los usuarios de las tecnologías: seguridad y salubridad. Se prevén en consecuencia mayores riesgos debido a la carencia de optimización en el uso de la tecnología, sobre todo en el entorno de la ciberseguridad, la sobre exposición de información y el impacto para la salud emocional; y otras afectaciones principales a la privacidad y protección a la vida económica, social y personal, en general.

Meta se defiende

En el comunicado emitido por la empresa de Zuckerberg, “Más Libertad de Expresión y Menos Errores”, se afirma que “Levantaremos las restricciones sobre algunos temas centrales que forman parte del discurso público para permitir mayor libertad de expresión, y nos enfocaremos en las infracciones que son graves o ilegales, como terrorismo, explotación sexual infantil, drogas, fraudes y estafas”. En complemento argumenta que limitar el discurso puede reforzar las estructuras de poder existentes en lugar de empoderar a las personas. ¿Será esa idea premonitoria?

Acerca de la presión política para moderar el contenido en las plataformas de Meta, la nota desvela la doble moral de su propietario al afirmar que “ese abordaje ha ido demasiado lejos … demasiado contenido inofensivo es censurado, demasiadas personas quedan erróneamente encerradas en la «cárcel de Facebook» y a menudo somos demasiado lentos para responder”.

Laura Zommer, directora general de Chequeado, afirma que “La evidencia nos hace pensar que esto será malo. Hasta que se implemente lo veremos, aunque ya podemos decir que durante la campaña de Trump una de las principales narrativas de desinformación fue contra los migrantes, como las que decían que ellos harían fraude. Eso fue falso. La data del pasado nos hace pensar que esta decisión probablemente afecte negativamente a las comunidades latinas en EE.UU.”

El motivo de la transición a Notas de la Comunidad es otra mentira pues acusa a los verificadores expertos de tener sus propios sesgos y perspectivas, “lo que se manifestó en algunas elecciones”, se lee en el mensaje. Y precisa que “Con el tiempo, terminamos teniendo demasiado contenido verificado que podría interpretarse como discurso político legítimo”, por eso si el enfoque funciona en X, la plataforma de Musk ─ejecutivo del gobierno que se posesionó el 20 de enero─, también deberá funcionar en las de Meta.

En palabras simples, “se empodera a la comunidad para decidir cuándo un post puede ser potencialmente engañoso y requiere de información adicional”. Y desde el 4 de febrero de 2004, día del lanzamiento de Facebook, quienes utilizamos la web con sentido crítico, tenemos cada vez más certezas de quiénes son los determinadores de las perspectivas. De modo que el testigo de la ‘transparencia’ pasa de verificadores a sensibilidades sin identidad congregadas en comunidades virtuales.

Kate Klonick, profesora asociada de Derecho en la Universidad St John’s (EE.UU.), afirmó a la BBC que los cambios reflejan una tendencia “que ha parecido inevitable en los últimos años, especialmente desde la adquisición de X por parte de Elon Musk mientras la gobernanza privada de la libertad de expresión en estas plataformas se ha convertido cada vez más en un asunto político.”

Contenido político con enfoque personalizado

Insiste Meta en que desde hace 4 años realiza variaciones para reducir el contenido de las publicaciones sobre elecciones, política o asuntos sociales con base en el pedido de sus usuarios. El cambio consiste en un enfoque más personalizado, “de manera que las personas que quieran ver más publicaciones políticas en sus feeds puedan hacerlo”.

Lo perverso de la mudanza es que tampoco menciona nada acerca de esos sesgos sobre contenido cívico que corroborarán las comunidades de usuarios, pero sí que “recomendarán más contenido político según las señales personalizadas, y ampliarán las opciones que las personas tienen para controlar cuánto de este contenido ven.”

Bmedia, empresa líder de medios de Puerto Rico, publicó la guía práctica digital “Higiene Digital” como concepto que aboga por un uso más consciente y equilibrado de la tecnología debido, entre otras razones, a la dependencia digital por una hiperconectividad sin precedentes. El impacto por tal excesivo uso recae directamente en la ansiedad, estrés y comparación social debido a que el consumo es información, una forma de conocimiento comunicado.

Según la Organización Mundial de Salud (OMS) la influencia de los medios de comunicación puede resultar dañina entre los adolescentes porque aumenta la disparidad entre la realidad que viven y sus expectativas o aspiraciones de futuro. Adicional, las plataformas digitales pueden inducirlos a cometer actos autolesivos, como el suicidio de jóvenes entre 15 y 29 años de edad. Aun cuando las causas de la salud mental en jóvenes no son tan explícitas para OMS, la guía de Bmedia sustenta que “los dispositivos móviles nos ofrecen una gratificación inmediata con cada ‘me gusta’, cada comentario y cada mensaje instantáneo. Las redes sociales nos han hecho más accesibles y, al mismo tiempo, más aislados.”

Mayor discurso libre

La reacción de los verificadores de datos hispanos no se construye por la debilidad de su negocio sino por las mismas cifras que aporta en el comunicado Meta, a saber: en diciembre de 2024 eliminaron menos del 1% del contenido producido a diario a pesar de que estimaban entre 10% y 20% del contenido con errores que podría no haber violado sus políticas, y acciones contra ataques a gran escala.

Sin embargo, si no lo han hecho, por qué creerles ahora con semejante sesgo de la política ultraderechista presidencial que “quieren deshacer el avance del abordaje de reglas demasiado restrictivas y propensas a una aplicación excesiva”, o que están “eliminando una serie de limitantes sobre temas como la inmigración, la identidad de género y el género, que son objeto frecuente de discurso político y debate”, o que van a “cambiar cómo aplican sus políticas para reducir los errores que representan la mayor parte de la censura en las plataformas”.

Para ejecutar todos los cambios, Meta removerá el equipo trust and safety encargado de escribir las políticas de contenido y de hacer las revisiones, lo trasladará de California a Texas, agregará personal con varios revisores y probará las tecnologías de reconocimiento facial y los modelos extensos de lenguaje (LLM). O sea, toda la imitación a lo que hizo en 2015 Musk al co-fundar OpenAI y hace 4 años con la mudanza de Tesla.

*Omar Villota Hurtado. Profesor universitario en sociología de los medios y comunicación para programas de pre-grado y post-grado. Creador de conocimiento para Inteligencias Colectivas. Master en comunicación digital. Especialista en redes de información documental.

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