Una lectura religiosa del Medio Oriente

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El conflicto árabe – israelí surge por la división realizada en 1947, que generó una disputa por la posesión y control del territorio. Israel quiere existir y vivir en paz como Estado; árabes, musulmanes y palestinos reclaman la tierra y no reconocen el derecho de Israel.

Observación religiosa

Si se mira desde una visión espiritual, se puede entender que esta lucha no se resolverá hasta que todos pongan sus ojos en Medio Oriente. Según el World Fact Book de la CIA, recientemente citado por CNN, la religión en promedio en Israel se calcula en judíos, 74,3%; musulmanes, 17,8%, cristianos, 1,9 %; drusos, 1,6%, y otros 4,4% (2018). El árabe es aquel que conserva sus tradiciones, ancestros e idioma, el musulmán es el que practica la religión islámica, los judíos practican la Torah y los musulmanes el Corán. No todas las personas que habitan en los países árabes son musulmanes, pero la creencia es importante, porque de allí nacen diferencias.

Las enseñanzas de la Torah, que corresponde a los cinco primeros libros de la Biblia, conocido como pentateuco, tiene explicaciones para el conflicto, derivado de los descendientes de Abraham. Los hijos del patriarca son Ismael e Isaac. 

Los descendientes de Ismael son los árabes, descendientes de la servidora egipcia de Abraham (Génesis 16:1-6). Éste sería “…hombre fiero; su mano será contra todos, y la mano de todos contra él” (Génesis 16:11-12), a quien se le otorgaría, una promesa, “he aquí que le bendeciré, y le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera; doce príncipes engendrará y haré de él una gran nación.” (Génesis 17:20). En efecto, este texto refleja que los países árabes son una gran nación conformada por Arabia Saudita, Argelia, Bahréin, Catar, Chad, Comoras, Egipto, Emiratos Árabes Unidos, Irak, Jordania, Kuwait, Líbano, Libia, Marruecos, Mauritania, Omán, Siria, Somalia, Sudán, Yemen, Yibuti y Túnez. Son países con riquezas y en su mayoría son temidos por su fortaleza. Aproximadamente en el año 610, muchos árabes se convertirían en musulmanes y se recogerían las memorias de Mahoma en el Corán, el libro sagrado del Islam.

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Los descendientes de Isaac son los judíos. Isaac sería el poseedor de las promesas entregadas a Abraham su padre (Génesis 21:1-3) “Visitó Dios a Sara, como había dicho, e hizo Dios con Sara como había hablado, Y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez. Y llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le dio a luz Sara, Isaac.”. Todo esto se sujeta a una promesa entregada al patriarca  (Génesis 12:7) “Y el Señor se apareció a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra.”,  la tierra prometida causa del conflicto. Como antecedente importante, Abraham expulsó de su casa a Ismael y su madre Agar, porque se burlaba de su hijo Isaac. Lo hizo por consejo de Sara su mujer y la confirmación que Dios le da, (Génesis 21:9-13). De Isaac nacería una descendencia amplia; de Isaac nacen Jacob y las 12 tribus de Israel recibiendo diferentes promesas (Génesis 49), sus hijos Rubén, Simeón, Leví, Judá (de la que nacería el mesías), Dan, Neftalí, Gad, Aser, Isacar, Zabulón, José (representado por sus hijos Efraín/Manasés) y Benjamín. Estas generaciones se encuentran esparcidas por los exilios babilónico, persa, griego y romano, que ha sufrido el pueblo hebreo durante gran parte de su vida. Por lo tanto, los judíos pueden encontrarse en cualquier lugar debido a las múltiples persecuciones; gran parte de esta población fue asimilada y no se conoce donde se encuentra. 

Un último dato en el ámbito espiritual es que Jerusalén es considerada sagrada, reflejando el conflicto religioso al albergar dentro de ella la Cúpula de la Roca y la Mezquita de Al Aqsa de los musulmanes, el Monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones de los judíos.

Observación política

Según el mapa político de los países árabes en relación con el Estado de Israel, hay 22 Estados árabes en el mundo desde el Océano Atlántico hasta el Océano Indico y hay un solo estado judío, del tamaño de Nueva Jersey.

Tomado de ciudad-futura.net

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El conflicto hace parte de la historia reciente en el siglo XX. Las relaciones antiguas de los dos pueblos no eran tan hostiles y se vivía en relativa paz. Después de la Segunda Guerra Mundial, los judíos buscaban un lugar donde pudieran reposar de la persecución nazi, que asesinó a seis millones de judíos durante el periodo del Holocausto. La ONU atendió esta necesidad y otorgó una porción de tierra para los judíos, el 29 de Noviembre de 1947, mediante la resolución 181, dividiendo a Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe.

Así fueron las votaciones:

La resolución 181 obtuvo 33 votos a favor, 13 en contra, 10 abstenciones y 1 ausencia, así:

33 votos a favor: Australia, Bélgica, Bolivia, Brasil, Bielorrusia, Canadá, Costa Rica, Checoslovaquia, Dinamarca, Rep. Dominicana, Ecuador, Estados Unidos, Filipinas, Francia, Guatemala, Haití, Holanda, Islandia, Liberia, Luxemburgo, Nueva Zelanda, Nicaragua, Noruega, Panamá, Paraguay, Perú, Polonia, Suecia, Ucrania, Sudáfrica, URSS, Uruguay y Venezuela.

13 en contra: Afganistán, Arabia Saudí, Cuba, Egipto, Grecia, India, Irán, Iraq, Líbano, Pakistán, Siria, Turquía y Yemen.

10 abstenciones: Argentina, Chile, China, Colombia, El Salvador, Etiopía, Honduras, México, Reino Unido y Yugoslavia.

1 ausencia: Siam (actual Tailandia)

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El primer ministro israelí, David Ben-Gurion, proclamó oficialmente el Estado de Israel, el 14 de mayo de 1948, en Tel Aviv. Así llegaría el primer conflicto árabe-israelí. Al día siguiente, el 15 de mayo, el Estado judío, a solo un día de haberse creado, fue invadido por cinco Estados árabes, Líbano, Siria, Irak, Egipto y Transjordania, atacando a Israel con el fin de destruirlo. Israel sobrevivió  y creó las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI), considerado el mejor ejército a nivel mundial, sin conocer a la fecha la derrota.

La historia se repitió en 1967 a la cabeza del presidente egipcio, Gamal Adbel Nasser, mediante un proyecto nacionalista árabe con el propósito de destruir a Israel. El conflicto duró seis días y de allí tomó el nombre de “la Guerra de los Seis Días”, una nueva derrota que sufrirían sus vecinos árabes – Egipto, Siria y Jordania – entre el 5 y el 10 de Junio de 1967. Así fue como Israel tomó el control de las tierras de Sinaí, Gaza, Golán y Cisjordania. Después de lo ocurrido, los países árabes se reunieron en Jartum la capital de Sudán. Allí proclamaron que jamás negociarían ni reconocerían al Estado judío, firmando la Resolución de Jartum el 1 de septiembre de 1967, que contenía “tres no”, no a la paz con Israel, no al reconocimiento y no a las negociaciones.

En 1978, Israel devolvió a Egipto toda la península Sinaí, un área rica en petróleo que es más grande incluso que el propio Israel, por medio de un acuerdo de paz. Israel entregó el territorio conquistado a cambio de la paz con Egipto. Algo similar ocurrió en el año 2000, cuando prometió territorio a los palestinos y ellos no lo aceptaron a pesar de quererles conceder más del 95% de Cisjordania y todo Gaza, oferta que fue rechazada. 

En la década de los 80´s, apareció Hamas, una organización que controla la franja de Gaza, calificado como terrorista y movimiento de resistencia islámica que está comprometido con la destrucción de Israel, como manifiesta en su carta fundacional de 18 de agosto de 1988. También rechaza los acuerdos de paz y las soluciones pacíficas por considerarlas una pérdida de tiempo e invitan a matar a los judíos. Toma fuerza al ser la oposición a los Acuerdos de Oslo de 1993 firmados por la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasser Arafat con Israel. La OLP representaba a la mayoría de los palestinos. Sin embargo, Hamas respondió en 1996 con oleadas suicidas en Israel y, por tal motivo, muchos glorificaban a los terroristas y satanizaban a Israel, acentuando su mensaje en la no existencia de Israel. Hamas consolidó su lema “Amamos tanto a la muerte, como los judíos aman a la vida”. Sus aliados son Irán, Qatar, Siria, Turquía y Egipto y el grupo militante Hezbolla. Hamas fue tomando fuerza política haciendo labores sociales con los palestinos y, en 2006, ganó las elecciones parlamentarias palestinas democráticamente derrotando a Mahmud Abás miembro del partido palestino Al-Fatah. Se desató un conflicto interno que terminó debilitando a los palestinos por la lucha entre Hamas y Al-fatah, venciendo Hamas. Mahmud Abás disolvió el gobierno nacional, lo que desencadenó la división política y geográfica del territorio palestino, quedando la franja de Gaza en manos de Hamas y Cisjordania en manos de Al-Fatah

Hamas se ha dedicado a su industria guerrerista para eliminar a Israel creando túneles subterráneos para atentados terroristas que desembocan en territorio judío y lanzando misiles permanentemente, lo que Israel ha bloqueado por medio de la cúpula de hierro que es la estrategia de defensa para derribar misiles. 

Los ciudadanos israelíes han construido refugios donde puedan soportar los ataques que emprendan sus vecinos, contando con 15 segundos apenas suena la alarma para protegerse antes que un misil pueda caer sobre ellos.

El último ataque inició el 10 de mayo; durante 10 días, Hamas lanzó alrededor de 4.000 cohetes a territorio israelí. Los judíos conmemoraban el día de Jerusalén, recordando la victoria de la Guerra de los Seis Días en 1967 como fiesta tradicional. Para los palestinos, esto fue una provocación; se iniciaron manifestaciones alrededor de la mezquita de Al Aqsa y con diferentes sucesos que sumados produjeron una nueva oleada de violencia. 

Históricamente, grupos antisemitas han atacado Israel en fechas conmemorativas, con el propósito de tomar por sorpresa a los judíos. Un caso conocido es el de la guerra de Yom Kippur, el 6 de octubre de 1973, cuando Egipto y Siria atacaron, aprovechando esta festividad religiosa solemne, que invita a Israel a pedir perdón y se encuentra en la Torah, en el libro de Levítico en el capítulo 23. 

Israel avisa antes de enviar cualquier ataque a sitios que se encuentren poblados, a fin de evitar víctimas civiles, con el propósito de defenderse y apuntar a objetivos militares. 

Es importante señalar que en la perspectiva religiosa el versículo coránico 5:21 menciona que los israelitas tienen derecho a una tierra santa “Cuando Moisés dijo a su pueblo, ¡Pueblo mío! Recordad las bendiciones…. ¡Pueblo mío! Entrad en la tierra purificada para vosotros y no retrocedáis”. En conclusión, éste es un conflicto interminable que solo se resolverá al final de esta edad presente, según lo consignado en las profecías, con el retorno del mesías nuevamente.

*Sandra Castillo, profesional en derecho, estudios de Maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía. @sandra_doly

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