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Dividida. Así ve este venezolano a Colombia respecto de lo ocurrido con la señora Merlano y el tema de reinicio de relaciones consulares que ha propuesto el señor Maduro desde Caracas.
Por una parte, el señor Presidente Duque insiste en su posición de que relaciones con el régimen madurista no hay y que los contactos se mantienen con el Presidente Guaidó.
Por otro lado -tal como lo recogió el diario El Tiempo en su edición del último de día de enero recién finalizado- , los académicos colombianos son partidarios de restablecer relaciones consulares a los efectos de proteger los intereses de sus connacionales en Venezuela.
Respecto de esa dicotomía, en una conversación informal, un destacado venezolano afirmó -y puso a la concurrencia a meditar- que quizás lo que procedía era abrir una oficina de menor nivel –Oficina de Sección de Intereses- tipo la que tuvieron americanos y cubanos desde la década del sesenta y hasta hace pocos años. Se protege así el interés colombiano y no se reconoce al señor Maduro como presidente.
Lo cierto es que tan válido es el argumento del presidente Duque como el de los académicos. En esa situación, Venezuela poco tiene que decir.
Hasta que se produjo la ruptura de relaciones, los venezolanos poco acceso tenían a su representación en Colombia pues esta solo atendía a quienes en el país se encontraban en condición migratoria regular, lo cual, como todos sabemos, es la gran minoría.
Aunado a ello, las casi seguras retaliaciones que la usurpación le aplicaría a los migrantes por encontrarse en Colombia, siendo la mayoría dependiente económicamente de ese régimen, le impiden al migrante que en el país se encuentra acercarse a las oficinas que habrían de representar al señor Maduro en el país, si el gobierno colombiano cediere en su posición de principio.
Lo ocurrido con la señora Merlano le ha dado a Caracas un mecanismo de presión imprevisto que, con certeza. tratará de hacer efectivo. Mientras ello ocurre, algo de presión tendrá el gobierno de Colombia por parte de alguna parte de sus connacionales, de la academia y de sus adversarios políticos.
*Gonzalo Oliveros Navarro, magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, presidente de AsoVenezuela, @barraplural