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“Hasta la crisis de los años 30, el paradigma del pensamiento liberal había dominado los corazones y las mentes de los formuladores y gestores de las políticas económicas de América Latina. El protagonismo del Estado hasta la década del 70, con raíces en el pensamiento keynesiano y de Prebisch, había guiado el desarrollo en América Latina mediante el impulso de la diversificación productiva, la industrialización y, en algunos casos, la construcción de un mercado de trabajo organizado y de empleo con derechos. No obstante, la preocupación de Prebisch y la CEPAL por la distribución del ingreso, la reforma del sistema fiscal, la educación y la concentración de la tierra a menudo no encontró eco en las políticas efectivamente adoptadas en la región. Estos temas quedaron como asignaturas pendientes”. Alicia Bárcenas.1952. Bióloga y Diplomática. Ex -Secretaria ejecutiva de la CEPAL”.

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La CEPAL, la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, es un órgano de Naciones Unidas, creado hace 76 años, para pensar en el desarrollo de esta región. Sus modelos macroeconómicos sirvieron de inspiración durante mucho tiempo, para la formulación de políticas públicas de los Gobiernos Latinoamericanos. Fue famosa la tesis del “desarrollo hacia adentro” con la estrategia de la sustitución de importaciones, con el fin de impulsar el desarrollo industrial de América Latina. Era un pensamiento económico de inspiración keynesiana, o sea, basado en las ideas macroeconómicas del gran economista británico John Maynard Keynes. En general, le asignaban una tarea básica y trascendental al Estado. Se trataba un enfoque macroeconómico por oposición al enfoque micro que se refería principalmente a la oferta y demanda de bienes y servicios, de acuerdo al canon del nudo capitalismo.
Pero, los cambios en el panorama mundial, las crisis cíclicas del capitalismo y especialmente la globalización hicieron de las suyas y auparon un enfoque de nuevo de preponderancia del mercado y las tesis cepalinas se fueron casi al cesto de la basura de la historia.
Recuerdo al Ministro Hommes, de Hacienda durante el gobierno de Cesar Gaviria atacando las tesis de la sustitución de importaciones por el criterio que si en otros países se producía más barato no había necesidad de producirlo en el país. A esto se le llamó sin saber por qué Neo-Liberalismo y se creó un fantasma que se llamó Consenso de Washington, que realmente no existió. Pero lo que si existió fueron el desmonte del papel protagónico del Estado, basado en las ideas del economista John Williamson y la asunción de estas tesis por el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. En general, se trataba de volver al nudo capitalismo, insistiendo, por ejemplo, en la privatización de las empresas públicas.
Todo esto lo traigo a colación, porque tenemos un claro ejemplo de este enfoque que muestra claramente, la pérdida flagrante de la sustitución de importaciones y del “desarrollo hacia adentro”. Se trata del precio del combustible que desde otros gobiernos y éste el de Petro, consideran que el petróleo producido en Colombia debe venderse al precio internacional para el mercado interno. Y para aliviar un poco este desajuste crearon un Fondo de Estabilización, mediante el cual el Estado subsidia el precio interno, girando la diferencia entre el costo del galón de gasolina al consumidor final, a ese fondo y llevándose buena cantidad de dinero.
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El galón de gasolina para el usuario final en USA cuesta $3.42 (dólar USA) o sea el equivalente a $15.700, lo que es igual al costo al usuario del galón de gasolina. en Colombia. Entonces, no es claro el tal Fondo de Estabilización. Se dice que es para compensar el precio subsidiado de la gasolina y preservar las finanzas de Ecopetrol, ya que esta Empresa estatal tiene accionistas privados, aunque la mayoría es del Estado. En otras palabras, producir nacionalmente no nos conviene a los colombianos, porque igual debemos pagar a precios internacionales. Así desde luego lo que se produce es: “desindustrialización nacional”. Además, el costo de vida en USA es más alto que en Colombia por lo tanto el precio de la gasolina se vuelve más oneroso para el consumidor colombiano y poco le ha valido disponer de producción nacional.
La CEPAL ha hecho en las distintas épocas, en estos siete decenios de su existencia (casi ocho) distintos planteamientos con un enfoque de favorecimiento al desarrollo autónomo de los países de América Latina y el Caribe. Nos suministra Alicia Bárcena (ya citada) un revelador diagnóstico de los graves tropiezos que ha tenido nuestra Región con la internacionalización de la economía: “Las políticas de ajuste estructural de los años 80 y 90, basadas en la reactivación política del pensamiento liberal, traen un nuevo orden a América Latina, ahora con el dólar como ancla monetaria, más la apertura comercial y financiera y la reducción del papel del Estado en la economía. Esta internacionalización supuso un desarme de los instrumentos de protección de las economías de la región frente a las crisis internacionales”. Últimamente la CEPAL ha insistido en temas que relacionan el desarrollo con el cambio climático y el medio ambiente. Insistiendo en lo que se ha denominado economía circular, para no agotar la naturaleza, sencillamente.
Creo que hay que volver a esos planteamientos que buscaban una vía propia de desarrollo de nuestro país para lograr una verdadera: Democracia Económica: Lo que significa igualdad de oportunidades para todos y todas. Luchar contra los monopolios y contra todas las formas de concentración de la riqueza en desmedro de las mayorías nacionales, los abusos de los grandes grupos económicos y por la eliminación de la pobreza y la miseria. La intervención del Estado es necesaria sin que implique el carácter de propietario absoluto, pero si contributiva a la creación de valor. Propiciar la reindustrialización con responsabilidad ambiental. Es necesario que concurran el poder público, el sector privado y las organizaciones sindicales y populares para entablar un diálogo institucionalizado y lograr propósitos de acción comunes.
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*Víctor Reyes Morris, sociólogo, doctor en sociología jurídica, exconcejal de Bogotá, exrepresentante a la Cámara, profesor pensionado Universidad Nacional de Colombia.