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¿Cuánto vale un Gnecco para la Fiscalía?…20 indios, 30 negros, 18 estudiantes, 42 petristas, 31 sindicalistas, 27 profesores, 900 venezolanos, 88 desmovilizados, 101 campesinos, 1001 desempleados, 178 empleadas del servicio doméstico, 3500 humanos en condición de calle, 340 niños Wayuu muertos por inanición.
Te llamas el Brayan, la Yurleisi, la Yariangelis, el Eferson; vives en los barrios populares levantados en la loma de la montaña que se cae a pedazos y que se inunda con babas; desayunas agua de panela, pan duro y de postre golpizas del padrastro; almuerzas Pony Malta con perro caliente, duermes pronto para obviar la cena. Para la policía eres sospechoso, no puedes otear una vitrina porque eres ladrón, si te amarras los zapatos frente al banco clasificas como fletero.
Por tus asesinos no habrá recompensa, ni delegarán a un fiscal competente que investigue el caso, ni titulares en los medios de comunicación, ni un saludo solidario por parte del alcalde de la ciudad, ni una condena a cargo de los mandos militares, ni un minuto de silencio antes del partido, ni editoriales de prensa, ni banderas a media asta.
Tú no eres el peluquero de los famosos, la divorciada de Piqué, el hijo del corrupto, la contratista del estado, el millonario de los puentes que se caen, la youtuber de tetas enormes, el ex presidente que abuchean, el dueño de fincas y vacas…no eres ninguno de ellos, tan solo constituyes un número que acomodan a su antojo y al que tan solo llorarán la Laia, el Braider, la Eudy y todos los demás del parche que se reunieron en derredor de la tumba, no para despedirte sino para preguntarse, ¿quién será el próximo?
*Roque Monteiro. comunicador social – periodista retirado, fotógrafo sin cámara, autor de varias novelas, cultivador de yuca y viajero incansable. Miembro del colectivo Psicolombianos de Diván.
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