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Cuantas mentiras nos habremos tragado mientras no existían las redes sociales, no obstante, ahora somos víctimas de la sobrecarga informativa, todos los extremos son perjudiciales.
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Hace un tiempo escribía sobre “El arte de mantenerse en el poder: política sin principios”, el tema sigue vigente, porque Maquiavelo sabia como son las practicas que permiten a un mandatario ostentar el poder y prevalecer en él, aquí no está en juego la moralidad sino la estrategia. Siendo servidor público pudo observar durante años los hilos que sostienen cada acto político y su manejo no necesariamente positivo, obrar con cierto nivel de temeridad, porque este ingrediente es indispensable, el ciudadano deberá ajustarse a la crueldad de su gobernante para ser subyugado en su justa medida.
Bien dice la frase libro del Eclesiástico “Todo pueblo tiene el gobierno que se merece. Cuando el rey es ignorante, el pueblo acaba en la ruina; cuando el rey es sabio, el pueblo prospera. Dios tiene en sus manos el poder de gobernar este mundo y el poder de nombrar gobernantes. Cuando llega el momento, elige al gobernante adecuado y le da su propia autoridad”. Ningún ciudadano debería comer entero, pero Colombia ha caído más de una vez en manos de violentos y manipuladores de la verdad, es bueno mencionarlo, todo es parte de la habilidad de los políticos que nunca saldrá a la luz a menos que sus infieles quieran revelarlo, como se ha visto últimamente en la campaña política más importante de la historia de nuestro país.
Maquiavelo, sería el mejor entrenador de las huestes del palacio unos cuantos siglos nos separan de él, detrás del poder muchos hombres han sobresalido, dejando su legado, probado es que el poder tiene un límite, pero algunos los traspasan con consecuencias irreparables, así lo expresó Abraham Lincoln: “Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si queréis probar el carácter de un hombre, dadle poder”.
Otro hombre artífice del poder fue Joseph Goebbels, el creador de la propaganda Nazi, quien dio a conocer herramientas que se usan en este tiempo, un hombre que manipuló y provocó el gran ascenso al poder a Adolf Hitler, todo un aparato estatal de lo que llamaríamos en este instante fake news – noticias falsas, claro en Colombia ya tenemos medios de comunicación que fácilmente pueden generar miles de mentiras, mentir sin contexto, para tener un efecto mediático y porque no usar los principios de dos hombres que conocían bien como llegar al poder, el deleite del político tradicional colombiano, para ellos la palabra mentir ha salido de su vocabulario, entre más se pueda repetir una mentira al estilo Goebbels, podrán hacer que muchos le crean.
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Como podrá el pueblo colombiano olvidar su historia, olvidar los engaños, los sobornos, las mentiras y cuanta manipulación para llegar a la casa de Nariño, para aprobar leyes y reformas, para comprar candidaturas y reelecciones. Cuantas mentiras nos habremos tragado mientras no existían las redes sociales, no obstante, ahora somos víctimas de la sobrecarga informativa, todos los extremos son perjudiciales.
Pero volvamos a Goebbels, este hombre acudió a persuadir con los sentimientos y tergiversar datos, ¿qué diferencia vemos en este tiempo?, ahora que ya estamos en la recta final de la campaña presidencial solo vemos videos muy cortos fuera de contexto, burlas e infamias diariamente, ya estamos hartos de la mezcla visceral de información, de los dos extremos para construir un único enemigo, respondiendo al ataque con más ataque nada apartado de los principios enseñados por el ministro de propaganda nazi, utilizados en medios como el cine, la radio y la televisión.
Nada más efectivo que individualizar al adversario, cargarle sus propios errores o defectos, responder al ataque con más ataques, si no puedes negar las malas noticias, inventa otras que las distraigan. Cuanto más grande sea la masa a convencer más pequeño será el esfuerzo, la masa con una comprensión limitada y con una gran capacidad para olvidar. Repetir y repetir las ideas sin dudas, mentir sin argumentos a través de informaciones fragmentarias por medios de comunicación afines con prejuicios tradicionales y así llegar a convencer creando unanimidad, todos ellos medios para influir en la opinión pública, mediante la propaganda de forma eficaz con técnicas novedosas, para ganar adeptos avanzando y persiguiendo a los opositores.
Ninguna de estas técnicas ha desaparecido, siguen vigentes, “El Príncipe” seria conocido en el año 1532 y Hitler nombraría en 1933 a Goebbels como ministro de Propaganda e Información. Como será ahora con el avance de la tecnología y herramientas de información, la estrategia es la misma, pero las formas muy seguramente ya han sobrepasado a las que enseñaron sus maestros, la violencia política que vivimos ha superado los límites y su justificación; algunos medios de comunicación ya tomaron partido ¿por qué están indignados con sus adversarios y con sus estrategias? ¿Acaso no conocemos los nombres de muchos personajes oscuros? Recuerdo bien que JJ Rendon fue entrevistado y alagado como un gran estadista.
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*Sandra Castillo, profesional en derecho, estudios de Maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía. @sandra_doly