About The Author
Han restablecido Caracas y Bogotá relaciones diplomáticas lo que incidirá, sin duda alguna al interior de Venezuela.

(Lea también: Día final)
Retoma Bogotá la atención de sus nacionales en la tierra de Bolívar, luego de varios años de no poder hacerlo a plenitud, lo que obviamente facilita la vida de quienes, nativos de la tierra de Nariño y Caldas, en nuestro país hacen vida.
Toma un aire -uno más- la administración Maduro al interior de Venezuela puesto que se le abre una ventana -quizás una gran puerta- posterior al aislamiento internacional al que en algún momento estuvo sometido y que, sin duda alguna logró surfear. Así veremos, por ejemplo en la OEA, cuál será la nueva correlación de votos y si será posible en ella la permanencia de la representación que, durante los últimos años ha tenido Venezuela, incluyendo -porqué no reconocerlo- la nueva posición del señor Secretario Almagro respecto de la cohabitación. Así, no debería sorprendernos una eventual solicitud de la administración caraqueña dirigida a reincorporarse a ese órgano internacional.
(Texto relacionado: Cifras sin rostro)
Hace unos tres años, cuando la efervescencia de la declaratoria del señor Guaidó como presidente, sostuve en líneas como estas que el gran ganador en un cambio de gobierno en Venezuela lo sería Colombia por la circunstancia que, dada la crisis económica que vivía el país y su carestía, la posibilidad de establecer relaciones comerciales y diplomáticas implicaría la duplicación del mercado para este país. Las declaraciones de estos días a ambos lados de la frontera van por ese camino con la diferencia, no pequeña por cierto, que a consecuencia de errores nunca admitidos, quien ayer apagaba la luz en el Palacio de Miraflores, lo sigue haciendo hoy y lo hará, salvo un imponderable, cuando menos hasta el 10 de enero del 2025.
Mientras eso ocurre, en Lima, el señor Presidente Petro habla de la integración de Venezuela -y de Chile- a la Comunidad Andina de Naciones, de la cual los venezolanos nunca debimos salir, propuesta esta que en su momento y por escrito, también hicimos ese año 2019.
Esperemos que el tema relacional entre nuestros dos países no se limite a los negocios. Los venezolanos, para recuperar la democracia y la libertad, necesitamos ayuda y, a nuestro juicio, la de Colombia, por cercanía, historia, idioma, religión y porqué no decirlo, afecto y pragmatismo, es invaluable. Así lo creo.
(Le puede interesar: Un lustro)
*Gonzalo Oliveros Navarro, Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia. Director de Fundación2Países @barraplural