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El pasado domingo 22 fue día de elecciones en Venezuela y Argentina y este domingo 29 lo es en Colombia. Lo ocurrido en las primeras y lo que, según las encuestas pudiera ocurrir en esta tierra de Nariño y Caldas, no puede pasar bajo la mesa.
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Una parte de la oposición venezolana organizó a través de la Plataforma Unitaria, elecciones primarias. Buscaba ella que en la misma se eligiere el candidato que debería representarles en la elección presidencial que debe celebrarse el próximo año. Previamente a ello, la gestión que se desarrolla en Caracas y la representación de dicha plataforma habían suscrito en Barbados, con la conformidad de distintos países amigos –entre ellos Colombia- un acuerdo que contemplaba, entre otras decisiones, unas atinentes a los eventos comiciales.
Con ocasión de la firma de este, Jorge Rodríguez, en representación de la parte que gobierna el país, le restó importancia al evento opositor bajo el argumento que se trataba de un proceso interno. Sucede sin embargo que la sorpresa fue mayúscula, tanto por la cantidad de los asistentes, por la calidad de estos y por el resultado mismo.
Respecto de lo primero, según informó el ente organizador de los comicios, en estos participaron cerca de dos millones y medio de electores, cifra esta superior a los estimados internacionales para ese tipo de eventos. Adicionalmente a ello, las imágenes que recorrieron el mundo a pesar de la censura que la administración del señor Maduro impuso a los medios en Venezuela, permitió evidenciar que en multiplicidad de localidades donde el chavismo era el beneficiario del afecto popular y se mantenía como coto cerrado para la oposición, sus habitantes con derecho a voto se volcaron para expresar su opinión en la consulta convocada, manifestando así, de manera cívica y pacífica su parecer sobre la gestión política y administrativa que se desarrolla en Venezuela. Finalmente, el hecho que quien resultó elegida candidata por los ciudadanos –con más de 90% de los votos emitidos- fuere la señora María Corina Machado, a quien el gobierno venezolano ha puesto todos los obstáculos posibles para que ejerza sus derechos políticos, evidencia un cambio cualitativo de importancia respecto de la manera como los electores decidieron que se enfrentara la situación del país.
La gestión Maduro, sin embargo, ha reaccionado –como a nadie debe extrañar-. Por una parte desconoció la participación ciudadana en el evento y por la otra, a través de quien ejerce la Fiscalía General de la Nación, inició una investigación penal contra la dirigencia del órgano nacional interno que dirigió la primaria y los presidentes regionales de dicho ente. Por lo tanto, los ha citado este lunes 30 de octubre a su despacho para que respondan por hechos ilícitos derivados de la promoción, desarrollo y resultado del evento que, si se revisa la legislación venezolana, son inaplicables pero que, en el estado actual del poder judicial venezolano, pudiere generar cárcel –o exilio- para quienes dirigieron dichos comicios.
Esa decisión –que implica de hecho el desconocimiento de los acuerdos firmados en Barbados- a nadie puede sorprender pues no es poca cosa lo que está en juego para quienes ocupan el poder en Venezuela, ese que, sin garantías de supervivencia, no dejarán.
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Mientras eso pasó en nuestro país, en Argentina se enfrentaban el domingo pasado tres maneras de interpretar el futuro de esa nación.
Por una parte, el continuismo representado en el candidato del peronismo, el señor Sergio Massa, ministro de hacienda de un país sometido a un proceso brutal de inflación. Su contendiente y primer favorito para ganar la elección según se preveía antes de las elecciones, el señor Javier Milei representativo de la más rancia antipolítica y finalmente la señora Patricia Bullrich, candidata de la coalición de partidos cuyo líder más evidente es el presidente Macri.
La primera vuelta de dicha elección, pues en Argentina también hay doble vuelta si no se cumplen las condiciones previstas en la ley, produjo grandes sorpresas.
Por una parte el ganador de la misma, a pesar de los resultados económicos de su gestión en el país, fue el señor Massa, quedando relegado al segundo lugar el señor Milei. Lo anterior ha generado una importante división interna en Juntos X el Cambio –el grupo de partidos liderado por el presidente Macri- como consecuencia de la derrota de la señora Bullrich. Pues a pesar de los denuestos que contra políticos de todo partido, incluidos los de su organización ha expresado Milei, el presidente Macri y ella decidieron apoyar a la representación de la antipolítica en la segunda vuelta, con la consiguiente reacción de copartidarios y aliados quienes se sienten afectados por sus denuestos y no comparten en forma alguna ni el léxico ni las políticas que dicho candidato ofrece implementar en Argentina. Bajo esos parámetros, no resultaría sorprendente que, a pesar de los resultados económicos, el peronismo en funciones en la Casa Rosada revalidare la ocupación que hoy ejerce.
Finalmente, hoy hay elecciones regionales en Colombia cuyo resultado, cuando menos en varias de las grandes ciudades del país, pudiere implicar una complicación para el señor presidente Petro.
En Bogotá, por ejemplo, el resultado más favorable que, según las encuestas, obtendría el candidato del Pacto Histórico, es diez puntos porcentuales por debajo del adversario que lidera las mismas. En Medellín, la distancia que separa al candidato que puntea todas las encuestas –y que fue contendor presidencial el 2021 contra el actual ocupante del Palacio de Nariño- es inalcanzable para quien, representando la actual gestión de la ciudad y simpatizante de la gestión presidencial, ocupa el segundo lugar y en Barranquilla, por solo citar tres de las principales ciudades del país, el aparente triunfo de quien ha adversado el proyecto gubernamental pareciere será arrollador. Así, de confirmarsen esos resultados y hacerse extensivos los mismos al resto del país, el gobierno vería reducida su capacidad de maniobra regional y local a los efectos de tratar de implementar los programas que desde las adyacencias de la plaza Núñez de la capital se pretenden aplicar.
Bajo esos parámetros, todas esas elecciones y la manera como los resultados de algunas de ellas sean interpretadas por quienes en las mismas participaron, influirán de alguna manera, en el devenir de nuestra lastimada Latinoamérica.
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*Gonzalo Oliveros Navarro, Abogado. Director de Fundación2Países @barraplural
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