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La circunstancia de que 1.400 venezolanos en Colombia estén en situación de calle nos afecta como sus connacionales, pero nos complace supremamente que 1.840.990 no lo esté.
Ha caracterizado el Estado colombiano al número de personas en condición de habitantes de calle en el país. Según la información, son 34.091 personas las que así se encuentran, de las cuales tan solo 1,400 aproximadamente son venezolanas y es en este punto que quiero detenerme.
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Según las últimas cifras de Migración Colombia, al 31 de agosto de 2021, nos encontramos en este país 1.842.390 venezolanos. Buena parte de ellos son personas “en extrema condición de vulnerabilidad” tal como los caracterizó la Corte Constitucional de esta nación no obstante lo cual la casi totalidad de quienes son mayores de edad está contribuyendo económicamente con el país puesto que consumen alimentos para ellos y sus familias y pagan arriendo – normalmente a un nacional colombiano – que es lo que de manera inmediata se deduce de la información referida.
Colombia ha sido la nación más impactada por nuestra migración y, si la cifra anunciada esta semana por los medios según la cual de nuestra nación están saliendo diariamente quince mil personas, lo continuará siendo, no solo por la circunstancia de la cercanía, el idioma y la historia común, sino porque es ella la que ha implementado las políticas migratorias más inclusivas en comparación con cualquiera otra del mundo.
Esas políticas, a pesar de sus eventuales falencias, han permitido que 344.688 de nuestros connacionales se encuentren en situación migratoria regular en el país, en tanto que 1.182.059 se encuentre en proceso de inscripción en el registro derivado de la implementación del Estatuto de Protección Temporal al Migrante Venezolano – EPTMV – y que tan solo 315.643 estén en condición de irregularidad, lo que implica en este último caso una reducción del 67,91% respecto de la cifra previa correspondiente al corte del 31 de enero pasado.
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Si al referido registro sumamos la implementación por parte de la representación Guaidó – Asamblea Nacional del convenio con el Estado colombiano relativo a la apostilla de títulos y notas de educación superior, obviando los trámites y pagos que exige para el resto del mundo la administración del señor Maduro, no es ocioso concluir que nuestra incorporación a la vida productiva colombiana se facilitará, mejorando la calidad de vida de quienes aquí hemos llegado.
La circunstancia de que 1.400 venezolanos en Colombia estén en situación de calle nos afecta como sus connacionales, pero nos complace supremamente que 1.840.990 no lo esté y de alguna manera se encuentre buscando integrarse al país que eligió como destino y que generosamente está tratando de acogerlo.
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*Gonzalo Oliveros Navarro, Magistrado del Tribunal Supremo de Justicia. Director de Fundación2Países @barraplural
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