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No tenemos empresarios ni industriales, tan solo tenderos con supermercados grandes y monopólicos. La ceguera de unos y otros no les permite ver más allá del jugo Hit, Manzana Postobón, Doritos, Chocoramo, Cream Helado y las galletas Tosh. Resulta lastimoso que mientras tenemos suficiente potencial para ir a la vanguardia en los renglones hacia los que se encamina la economía del planeta, la torpeza de estos “avezados capitalistas” nos rezaga del mundo condenándonos a una pobreza severa, a una “venezolanización de la economía”.
Según El País de España se calcula el negocio del cannabis legal en 50.000 millones de euros y Canadá ha tomado la delantera. Colombia tiene todo para ser líder en dicho renglón pero recordemos que hace tan solo unas pocas semanas el proyecto del cannabis recreativo fue hundido en el congreso entre vítores de miopes congresistas. Bolivia por su parte acaba de firmar un contrato por 1300 millones de euros con empresas rusas y chinas para explotar e industrializar el litio en el Salar de Pastos Grandes y al norte del Salar de Uyuni. Anotemos que dicho mineral está nacionalizado en la nación boliviana y que en el “Li” recaen todas las expectativas mundiales para la descarbonización de las economías y del planeta…
Y mientras esto sucede, los visionarios industriales petroleros y sus arietes en el congreso se oponen a rajatabla a cualquier intento de caminar hacia las energías limpias cuando, de igual manera, tenemos mucho que decir en cuanto a energía eólica e hidrógeno verde, por ejemplo.
Ahora, detrás de quienes en el congreso objetan una y otra iniciativa están las familias de siempre, los habituales sospechosos incapaces de otear un futuro próspero y enriquecedor para el país en su conjunto por lo que su minúsculo mundo se reduce a las chocolatinas Jet, jamón Pietrán, la ropa descolorida de Mario Hernández, Colcafé, Grupo Aval, pastas Doria y…¡chao bambinos!
*Roque Monteiro. comunicador social – periodista retirado, fotógrafo sin cámara, autor de varias novelas, cultivador de yuca y viajero incansable. Miembro del colectivo Psicolombianos de Diván.
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