Rodolfo Hernández, un personaje de Outlander

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Rodolfo Hernández un personaje de Outlander

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Todos los que roben, “desde una aguja hasta diez mil millones de dólares” irán a los peores patios de las cárceles aun a riesgo de su vida; a esos delincuentes, “pa que los cuido”, plantea Rodolfo Hernández. El exministro de justicia Yesid Reyes responde.

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Entre las muchas series que ahora ofrecen las diversas plataformas de televisión, Outlander, basada en las novelas de Diana Gabaldón, es muy curiosa porque gira alrededor de la eventualidad de viajar en el tiempo, una de las recurrentes obsesiones del ser humano. La protagonista, una mujer que vive en Estados Unidos a mediados del siglo XX, logra trasladarse a la segunda mitad del siglo XVIII a través de las piedras de uno de los monumentos megalíticos prehistóricos que existen en Gran Bretaña.

Mientras pensaba en qué probabilidades reales existirían de poder moverse a discreción entre el pasado y el futuro, sorpresivamente me tropecé en TikTok con la respuesta: Rodolfo Hernández proclama que, si llega a la presidencia, “con la primera huella” de que alguien haya cometido un delito lo va a privar de la libertad “en el peor patio” de la prisión, y aun cuando admite que allí podrían asesinar al detenido, acepta esta contingencia como una opción legítima: “pues que lo maten por estar delinquiendo”.

Condenar a alguien a prisión “con la primera huella del delito” suena muy efectista, porque le ahorra al Estado el trabajo de iniciar una investigación contra esa persona y vencerla en juicio mediante la demostración de que efectivamente se cometió un crimen y de que un individuo en concreto debe responder por él. Ello sugiere, en términos jurídicos, la eliminación de la presunción de inocencia, una de las principales conquistas de la Revolución Francesa cuyo triunfo marcó definitivamente el fin de la Edad Media.

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La otra parte del planteamiento de Hernández es más compleja, porque no propone directamente ejecutar a los reos de corrupción, pero anuncia que en un eventual gobierno suyo no hará nada por preservar la integridad física de los presos, pues su condición de delincuentes los hace perder el derecho a que el Estado les garantice la vida. Lo que expone este candidato es una forma velada de aplicar la pena de muerte sin tener que consagrarla previamente en una ley, que también resulta contraria a otro de los postulados contenidos en la Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano de 1789 y paulatinamente incorporado en todas las constituciones de los Estados de Derecho: el principio de legalidad.

Para completar su planteamiento, Hernández dice que “por las cuantías no nos vamos a ir”; todos los que roben, “desde una aguja hasta diez mil millones de dólares” irán a los peores patios de las cárceles aun a riesgo de su vida; a esos delincuentes, “pa que los cuido”. Si bien la necesidad de que las penas sean acordes a la gravedad de los delitos también fue una de las banderas de los revolucionarios franceses, su historia es mucho más antigua, por lo que esta parte del programa de gobierno de Hernández resulta aún más audaz. Ya el primer código penal del que se tiene conocimiento – el de Hammurabi, expedido unos 2.000 años antes de Cristo – estaba construido a partir de ese principio que muchos hemos conocido gracias al popular refrán de ojo por ojo y diente por diente, una frase que recoge muy bien la propuesta que en materia de sanciones penales contenía esa codificación: solo es legítima la imposición de penas que sean proporcionales a la gravedad del delito cometido.

En definitiva, lo que en materia de justicia penal propone Rodolfo Hernández es un viaje en el tiempo; nos ofrece la posibilidad de regresar a la Edad Media, no a través del complejo e incomprensible paso a través de míticas piedras ancestrales, sino mediante el más sencillo mecanismo de votar por él en las próximas elecciones presidenciales.

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*Yesid Reyes Alvarado, ex-ministro de justicia.

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4 COMENTARIOS

  1. Muchas instituciones necesitan ser replanteadas la Justicia en la cual no cree el 80% de los colombianos, cosa que al parecer no conmueve ni siquiera a exministros del ramo. Las pruebas y testimonio de todo proceso con acusacion deben ser publicas, los que actuen en contra de las normas y reglamentacion en dando órdenes/ en combinación/coordinacion con otras personas en especial funcionarios o con armas NO SON IGUALES ante la ley, dejan de serlo, todo proceso judicial debería ser seguible por internet. Ni la edad media ni revolucion francesa se necesita transparencia y eficacia

  2. Lo interpreta a su acomodo. Pero si lo que propone el candidato es que no haya privilegios con los ladrones de cuello blanco. Patios especiales en la cárcel o pabellones militares, simplemente que vayan a un pabellón normal como cualquier ciudadano malhechor.

  3. Cómo siempre estos leguleyos politiqueros, metiendo sus narices en algo de lo que ellos no han sido capaz, por culpa de éstas REMORAS la justicia no es efectiva,…

  4. Pues este individuo debería dar ejemplo y él mismo, como sustento a su teoría de la “primera huella del delito”, entregarse a la justicia y solicitar que lo introduzcan al peor patio de la cárcel en razón a la investigación que cursa en su contra por el caso Vitalogic

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