Las mujeres del Pacto

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Ante la situación tan frágil que vivimos en la que el Gobierno actúa sin ninguna vergüenza, es indispensable un cambio, pero un cambio real.

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Los candidatos ofrecen sus mejores galas y realizan alianzas en búsqueda del cambio, cuando tras bambalinas ya sabemos que es más de lo mismo. Para algunos, el cambio es la izquierda representada por el Pacto Histórico, liderado por el senador Gustavo Petro, a quien no se le discute su discurso sólido y argumentativo.

No obstante, no deja de inquietarme la forma en que cada día las mujeres se apartan de su lado. Eso no ha pasado desapercibido para mí desde el día en que apoyó a Hollman Morris por encima de las mujeres. Observé también cuando una mujer brillante como Ángela María Robledo le dejó, habiendo compartido su propuesta a la presidencia por la Colombia Humana, lo que manifestó el 18 de enero de este año.

Su renuncia decía “…Apreciado @petrogustavo, en 2018 con un programa esperanzador, constituimos la 2da fuerza política del país. Hoy, por circunstancias conocidas, acciones, omisiones e injustificados silencios, siento que me quedé sin espacio político en @ColombiaHumana y he decidido renunciar.”

Hoy el Pacto Histórico, se enfrenta a la salida de tres mujeres que respaldaban fuertemente a Gustavo Petro: la socióloga y columnista del diario El Tiempo, Sara Tufano, la constitucionalista Cielo Rusinque y la socióloga Juana Afanador.

Sara Tufano, en su columna “No todo vale” del 09 de diciembre, expuso sus razones que no son más que no se puede cuestionar al líder. Por lo tanto, Sara renunció a su aspiración al Senado en un trino del 10 de diciembre y solicitó que su nombre no sea incluido en su lista.

Cielo Rusinque el 10 de diciembre manifestó: “Me sometí a los procesos, a los filtros, fui víctima de todo tipo de agravios injustificados. No considero tener garantías en el proceso y las razones para no salir dañando “por ahora” me las guardo. Retiro mi postulación en Cundinamarca y les deseo ánimo a l@s candidat@s.” Es otra mujer muy escuchada y leal a sus convicciones, que tampoco vio las garantías dentro del Pacto.

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Por su parte, Juana Afanador describió su inconformismo el 10 de diciembre expresando: “Un proyecto de país transformador, justo, que luche contra la desigualdad, por la redistribución y el por buen vivir del 99%, no puede ser un pacto patriarcal. Ella como feminista no podía callar ante un proyecto que denominó como patriarcal.

Gustavo Petro está cometiendo los mismos errores que ha cometido durante sus batallas y aspiraciones políticas. Él quiere como sea llegar a gobernar a Colombia, pero me pregunto: ¿a qué precio? El Senador deja ir a líderes políticas brillantes, sin que al parecer le importe, con los silencios característicos que desconciertan a su electorado. Se nota que se tiene confianza, pero nadie llega a la presidencia de este país solo y sin respaldo.

¿A qué precio? ¿Realizar alianzas con el pastor cristiano Alfredo Saade? ¿Incorporar al Pacto Histórico a Luis Pérez, como se evidenció en el debate político de Caracol TV, cuando oprimió la luz verde?

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Se observa un problema de fondo: un carácter más bien autoritario y terco en su personalidad que no oye razones. Es una lástima lo que está ocurriendo, no sólo porque la gente cree en el Pacto Histórico como opción para Colombia, sino porque en este momento lo que sobran son candidatos. El Pacto Histórico va dejando atrás a mujeres valiosas para su colectividad, con opciones claras para llegar al Congreso.

No podemos guardar silencio ante lo que evidencian las mujeres que intentan respaldarlo.

*Sandra Castillo, profesional en derecho, estudios de Maestría en Paz, Desarrollo y Ciudadanía. @sandra_doly

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